Nixon señaló que ha hablado con el Fiscal General, Eric Holder, y el Departamento de Justicia está reforzando la investigación sobre este caso.
El gobernador de Misuri, Jay Nixon, declaró el estado de emergencia y ordenó el toque de queda en Ferguson, la localidad en la que hace una semana un policía abatió a un joven afroamericano, lo que ha provocado disturbios a lo largo de estos días.
"No se trata de silenciar a la gente de Ferguson, de esta región, sino para contener a los que están ahogando la voz de las personas con sus acciones", defendió Nixon.
El toque de queda entrará en vigor esta noche a las doce y estará vigente hasta las cinco de la mañana hora local, según especificaron las autoridades locales en una rueda de prensa conjunta con el gobernador, que se desplazó hasta la localidad.
"Por la mañana esta comunidad se levantará con el sol para renovar su búsqueda de justicia", agregó el gobernador en una comparecencia en una iglesia local a la que acudieron ciudadanos de Ferguson que interrumpieron a las autoridades con reclamos de justicia y protestas contra el toque de queda.
La tensión volvió a las calles de Ferguson la pasada madrugada con ataques a comercios y saqueos, después de que la policía revelara el viernes el nombre del policía que disparó a Michael Brown, de 18 años, y un vídeo del joven afroamericano como supuesto sospechoso de un robo en una tienda poco antes de su muerte.
El gobernador señaló que "unos pocos" decidieron actuar el viernes por la noche con "intención de cometer crímenes y poner en peligro a los ciudadanos", algo que consideró "inaceptable."
Nixon señaló que ha hablado con el Fiscal General, Eric Holder, y el Departamento de Justicia está reforzando la investigación sobre este caso, que ha desatado las tensiones raciales en un municipio de 21.000 habitantes, en el que dos tercios de la población es afroamericana.
Esta es una prueba de si una comunidad - esta comunidad, cualquier comunidad - puede romper el ciclo del miedo, la desconfianza y la violencia y sustituirlos por la paz, la fuerza y en última instancia la justicia", agregó Nixon.
Por su parte, el capitán Ron Johnson, responsable del destacamento de la Patrulla de Carreteras del Estado, al que se le ha transferido temporalmente la seguridad de la ciudad, garantizó que se hará justicia.
Johnson, vecino de la localidad que ha hecho de puente en los últimos días entre las autoridades y los manifestantes, señaló que unos 40 agentes del FBI se encuentran en Ferguson para investigar y buscar testigos "puerta por puerta" del incidente en el que murió el joven afroamericano.
El agente señaló que el toque de queda les permitirá "proveer seguridad a la gente de Ferguson" que respondió que "gritando unos a los otros no vamos a resolver" el problema.
Johnson aseguró que hará respetar el toque de queda. "No lo impondremos con vehículos y gases lacrimógenos" pero señaló que "ha llegado el momento de volver a casa".
EFE
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