Más del 50% de peruanos nunca se ha comunicado con un número de emergencias cuando ha presenciado un accidente vehicular según sondeo realizado por "Iniciativa Ecall Avance Vial".
El Promotor de la "Iniciativa Ecall Avance Vial", Lorenzo Giordanelli, especialista en seguridad vial, opinó que estamos mal acostumbrados al llamar “accidentes” a cosas que no lo son, como por ejemplo: la tragedia ocurrida en Oyón, donde una miniván fue aplastada por un deslizamiento de piedras en plena carretera; o cuando un volquete que transportaba a padres con sus niños en el distrito de Cahuac terminó precipitándose a un abismo y dejó un saldo de 18 muertos.
“Estos no son accidentes, nosotros los llamamos accidentes de tránsito y es un error, porque el accidente es algo que no es predecible; si hablamos de Huánuco, de un chofer que ha decidido manejar borracho, un alcalde que ha permitido usar un volquete de propiedad de la municipalidad y unos padres que han elegido subir al volquete poniendo en riesgo a sus hijos, son una serie de hechos que son decisiones de seres humanos”, comentó.
Giordenalli aseguró que es más peligroso cruzar la calle al mediodía que salir de un barrio peligroso a las 3 de la mañana.
“Debemos ver a otros países que han pasado por este flagelo, por ese problema inmenso antes que nosotros, y ver qué han hecho de bueno”.
El especialista comentó que es importante implementar tecnología para prevenir estas tragedias. Mencionó como ejemplo que la Unión Europea, por ley, ha decidido en mayo del año pasado que todos los vehículos que circulan en los 28 países de Europa deben tener un sistema que llamado Ecall. Este sistema, en caso de un accidente grave, avisa automáticamente a una central de emergencia para que se envié rápidamente ayuda especializada.
“Sobre el tema de la ebriedad, estamos trabajando con la Unión Europea para desarrollar una tecnología que permitirá al vehículo apagarse si detecta si el conductor está ebrio”, indicó.
Lorenzo Giordanelli está convencido de que el Perú es un país que está en camino al primer mundo gracias al crecimiento económico de los últimos 15 años, pero en alguna cosas aun es tercermundista y una de ellas es aceptar que muera gente por accidentes de tránsito.