"La cooperación tradicional no puede continuar como de costumbre cuando se está matando a civiles en las calles y se están coartando los derechos", señaló el mandatario estadounidense.
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, lanzó este jueves una advertencia al Gobierno interino de Egipto al cancelar unos ejercicios militares previstos para el próximo mes, si bien aseguró que su Gobierno "no toma partido" por ninguna de las partes enfrentadas en la espiral de violencia que vive el país.
En una declaración en audio desde la isla de Martha"s Vineyard (Massachusetts), donde se encuentra de vacaciones, Obama anunció la primera medida concreta de EE.UU ante la violencia en Egipto, que el miércoles dejó al menos 525 muertos y 3.717 heridos.
"Aunque queremos mantener nuestra relación con Egipto, la cooperación tradicional no puede continuar como de costumbre cuando se está matando a civiles en las calles y se están coartando los derechos", señaló el mandatario.
Estados Unidos comunicó hoy al Gobierno egipcio la cancelación de los ejercicios militares, conocidos como "Bright Star" y que reúnen a miles de tropas de ambos países cada dos años desde 1979, si bien en 2011 también se suspendieron debido a la revolución que resultó en la caída del expresidente Hosni Mubarak.
Además, Obama ha pedido a su equipo de seguridad nacional que evalúe las implicaciones de las acciones tomadas por el Gobierno interino y los futuros pasos" que Estados Unidos pueda dar "si es necesario" ante la crisis.
"Condenamos rotundamente los pasos tomados por el Gobierno interino y las fuerzas de seguridad. Deploramos la violencia contra los civiles", subrayó Obama.
"El pueblo egipcio merece algo mejor que lo que hemos visto en los últimos días. El ciclo de violencia debe detenerse", indicó.
Tal y como lo hizo el miércoles el secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, Obama se opuso "a la imposición de la ley marcial" o estado de emergencia, "que niega los derechos a los ciudadanos bajo el principio de que la seguridad supera a la libertad individual".
La medida anunciada hoy es la primera respuesta a la violencia de esta semana y la segunda reacción a la inestabilidad provocada en el país por el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi el pasado 3 de julio, tras la suspensión el mes pasado del envío de cuatro aviones caza F-16 al país.
No obstante, Estados Unidos sigue reticente por el momento a dar un paso más rotundo, como la suspensión de los 1.300 millones de dólares en ayuda militar anual a Egipto.
Obama dejó entrever este jueves que esa medida no es probable al subrayar "la profundidad de la relación con Egipto y el interés de seguridad nacional" de EE.UU. "en esa región tan importante del mundo".
Tras el derrocamiento de Mursi, EE.UU. reflexionó durante más de tres semanas sobre si calificar o no lo sucedido como un "golpe", algo que habría forzado a suspender la entrega de unos 1.500 millones de dólares al país, entre ellos los 1.300 de ayuda militar.
Finalmente, el Departamento de Estado anunció el 26 de julio que no tomaría ninguna decisión al respecto, al considerar que no beneficiaría al "interés nacional" de EE.UU. cancelar su ayuda al país, destinada en buena parte a fortalecer la frontera con Israel.
Pese a dejar la puerta abierta a nuevas medidas, Obama subrayó que Estados Unidos "no puede determinar el futuro de Egipto".
"No tomamos partido por ningún partido político o figura política", dijo el mandatario en respuesta a las críticas que han llegado tanto del Gobierno interino como de los Hermanos Musulmanes sobre el supuesto apoyo estadounidense al lado contrario.
"Hemos sido culpados por los seguidores de Mursi, hemos sido culpados por el otro lado como si fuéramos seguidores de Mursi. Ese enfoque no ayudará a los egipcios a lograr el futuro que se merecen", apuntó.
Al tiempo que subrayó la responsabilidad del Gobierno interino, Obama repitió uno de los argumentos que su administración ha esgrimido para no calificar la situación de "golpe": que Mursi "fue elegido en unas elecciones democráticas, pero su Gobierno no era inclusivo y no respetaba las opiniones de todos los egipcios".
"Sabemos que muchos egipcios, millones de egipcios, quizá incluso una mayoría de egipcios pedían un cambio de rumbo", aseguró.
"Y aunque no creemos que la fuerza sea la forma de resolver las diferencias políticas, tras la intervención de los militares hace una semanas seguía habiendo una oportunidad para la reconciliación y una oportunidad de buscar un camino democrático", añadió.
En su lugar, siguió Obama, los egipcios han tomado "un camino más peligroso", a través de arrestos arbitrarios, una represión amplia a los simpatizantes de Mursi y ahora, trágicamente, violencia que ha segado las vidas de cientos de personas y herido a miles más".
El mandatario urgió a desarrollar las protestas que hoy continúan de forma "pacífica", a "levantar el estado de emergencia" y "comenzar un proceso de reconciliación nacional".
EFE
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