Agencia decidió incluir a los campos electromagnéticos de radiofrecuencia, que comprenden a los teléfonos celulares, dentro de la categoría 2B, ´posiblemente cancerígenos´
La vinculación de los celulares con el riesgo de tener cáncer por parte de la OMS fue cuestionada a nivel mundial.
Hace unos dias, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), decidió incluir a los campos electromagnéticos de radiofrecuencia, que comprenden a los teléfonos celulares, dentro de la categoría 2B, "posiblemente cancerígenos".
En concreto, afirmó que la evidencia disponible era "limitada" para señalar un vínculo entre el uso de teléfonos celulares y dos patologías: glioma (variante inusual del tumor cerebral) y el neuroma acústico (tumor que se desarrolla en el nervio que conecta el oído con el cerebro).
Al calificar la evidencia como "limitada" los expertos efectuaron una advertencia pero a la vez se cubrieron de posibles errores. Aclararon que "limitada" significa que una "asociación positiva" entre el agente y el cáncer es "creíble", pero implica también que no pueden descartar influencias del azar, de prejuicios y de datos "desconcertantes". Además, señalaron que carecían de estudios con solvencia o consistencia estadística suficiente para relacionar a las ondas electromagnéticas de radiofrecuencia con otros tipos de cáncer.
La vinculación de los celulares al riesgo de contraer cáncer causó inmediato revuelo por múltiples motivos. Para empezar, la masificación de los teléfonos celulares, que alcanzaron en el mundo los 5.000 millones de usuarios.
Luego, porque el organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió no efectuar recomendaciones específicas a los usuarios: "Debe ser el consumidor el que decida" qué uso hace del celular a partir de ahora, se limitó a decir el director del IARC, Christopher Wild.
En mayo de 2010 el organismo internacional había emitido una "nota descriptiva" sobre el tema". Allí señalaba que "hasta la fecha" no se había "confirmado que el uso del teléfono móvil tenga efectos perjudiciales para la salud", pero de todos modos efectuaba recomendaciones a quienes quisieran disminuir la exposición a la radiofrecuencia: alejarlo a entre 30 y 40 centímetros cuando se escribe un mensaje de texto, se navega por Internet o se usa un dispositivo de "manos libres"; bajar la cantidad de llamadas y su duración; y utilizarlos en zonas donde hay buena recepción, ya que de ese modo el aparato transmite a una potencia reducida.
"más investigación". Tras el pronunciamiento de la IARC se sucedieron las reacciones. La Comisión Europea (CE) fue categórica en afirmar que no hay evidencia de que el uso de los celulares pueda producir cáncer y decidió solicitar una mayor investigación sobre el tema.
"Entendemos de este informe que el grupo científico no estaba en posición de identificar una evidencia causal entre estos teléfonos y el cáncer, y que son necesarias más investigaciones", concluyó la Comisión Europea, según publicó el diario chileno "El Mercurio".
En ese país el gobierno anunció la creación de un manual con recomendaciones para los usuarios de teléfonos celulares y la revisión de las normas técnicas vigentes según las directrices que entregue la OMS. En España, en tanto, el Ministerio de Salud Pública señaló que exigirá a la OMS un pronunciamiento.
El grupo 2 se subdivide. El 2A, "probable" carcinogénico para humanos, incluye a las emisiones de combustión de los automóviles y a las lámparas bronceadoras. En el 2B, "posibles" carcinogénicos, fueron clasificadas las emisiones de los teléfonos móviles y también el café y los pepinos en escabeche.
La IARC no evalúa los riesgos para la salud, sólo identifica el potencial carcinogénico de determinadas sustancias o elementos. Es un organismo de salud como la OMS el que lo evalúa y en su último comunicado de 2010 analizado el tema no recomendó la necesidad de tomar precauciones especiales.
En un sentido similar se había pronunciado la Asociación Internacional de la Industria de Telecomunicaciones Inalámbricas, que agrupa a importantes fabricantes de celulares. Señaló que la clasificación "no significa que los teléfonos celulares pueden causar cáncer". Enfatizó además que numerosos estudios presentan resultados sesgados y con errores estadísticos y sostuvo que la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de Estados Unidos descartó cualquier vínculo entre celulares y tumores.
Seguimos atentos, desde hace varios años, todo lo relativo a la investigación sobre las señales de radiofrecuencia y su posible impacto sobre la salud. Veremos la evaluación que sobre el tema realicen la Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias nacionales, a fin de seguir todas las recomendaciones que pudieran surgir.
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