China invertirá miles de millones de dólares en la isla de Hainán para que compita con Bali (Indonesia), Phuket (Tailandia) o Boracay (Filipinas).
La isla de Hainan, único territorio chino en zona tropical, será en 2020 un destino turístico internacional en competencia con las cercanas playas de Bali (Indonesia), Phuket (Tailandia) o Boracay (Filipinas), de acuerdo con un plan estatal presentado hoy que despierta recelos en la vecina Vietnam.
El plan, anunciado en una rueda de prensa en Pekín, busca convertir las playas hainanesas, ya muy concurridas por turistas chinos y rusos, en un destino estrella del sudeste asiático, una de las zonas más concurridas por viajeros de todo el mundo.
China invertirá miles de millones de dólares en su isla, de 34.000 kilómetros cuadrados (la mayor del país si no se tiene en cuenta a la "rebelde" Taiwán) para conseguir que el sector turístico mueva un 12 por ciento de la economía provincial, cuando ahora la cifra gira en torno al 5 por ciento.
Con 8 millones de habitantes, muchos de ellos de minorías étnicas como los li o los miao, Hainan centra actualmente su economía en la agricultura, y es la cuarta provincia más pobre del país si se atiende a su producto interior bruto.
El gobierno comunista entiende que se ha desaprovechado el potencial turístico del lugar, por lo que construirá, dentro del plan presentado hoy, hoteles de mayor lujo que los actuales, y contactará con las empresas de cruceros internacionales para que incluyan Hainan en sus escalas.
Además, señaló hoy el diario "Global Times", se estudia la posibilidad de permitir que haya casinos en la isla, lo que de confirmarse convertiría a Hainan en el segundo lugar del país, tras Macao, donde estos centros del juego son legales.
Todos estos planes no han gustado a la vecina Vietnam, ya que el plan incluye el desarrollo de un pequeño archipiélago en mitad de los 300 kilómetros que separan las costas vietnamitas de las del oeste de Hainan, las islas Paracelso.
Esta treintena de islas, que los vietnamitas denominan Hoang Sa ("Arena Amarilla") y los chinos Xi Sha ("Arena Occidental") enfrentan a ambos países desde hace siglos, e incluso provocaron una guerra en 1974 (con Vietnam del Sur).
Tras una batalla naval ese año, en la que murieron 53 vietnamitas y 18 chinos, China pasó a controlar el archipiélago, pese a que en 1954 un acuerdo internacional reconocía la soberanía vietnamita.
Al conocerse el plan turístico, el Ministerio de Asuntos Exteriores vietnamita aseguró, el pasado día 4, que el proyecto "violaba la soberanía de Vietnam" e iba a causar tensión entre ambas naciones comunistas.
La portavoz de turno de Asuntos Exteriores china, Jiang Yu, respondió al día siguiente de forma parca pero clara: "China tiene la soberanía incontestable sobre las islas".
A finales del pasado año, China ya organizó a modo de prueba un "tour" de turistas a estas islas, donde actualmente sólo hay instalaciones militares chinas, causando también las iras de Hanoi.
Las disputas territoriales en el Mar del Sur de China, que también se extienden a otro archipiélago, las Spratly (650 islotes reclamados no sólo por China y Vietnam sino también por Indonesia, Filipinas, Brunei, Taiwán y Malasia) son en parte las culpables de que Hainan no haya vivido un excesivo desarrollo turístico.
La isla está fuertemente militarizada, como pudo comprobarse en 2001 cuando en esa zona un avión espía norteamericano chocó con un caza chino, causando uno de los incidentes diplomáticos más graves entre Pekín y Washington en la última década.
Hainan, de todos modos, no parte de cero puesto que algunas de sus ciudades, principalmente Sanya, ya se han convertido en destino de viajes de los turistas chinos, y también de los de los países de la antigua URSS, ya que para éstos es mucho más fácil conseguir visado para China que para otras naciones del sudeste asiático.
Esto convirtió Sanya en una curiosa "playa rusa" donde todos los carteles están escritos en cirílico, los vendedores y hosteleros hablan el idioma de Pushkin y los restaurantes sirven caviar o sopa "borsch" de remolacha.
Pero en otras zonas de la costa de Hainan ya se comienzan a ver numerosas grúas que vaticinan futuros complejos hoteleros, campos de golf y otras instalaciones, muchas de ellas -un secreto a voces entre los residentes de la isla- inversión personal de las familias de muchos líderes comunistas.
Hainan ya ha aparecido en los medios internacionales en años recientes al acoger varias ediciones del concurso "Miss Mundo" y otros certámenes similares, aunque el plan anunciado hoy pretende ir mucho más allá.
-EFE
El plan, anunciado en una rueda de prensa en Pekín, busca convertir las playas hainanesas, ya muy concurridas por turistas chinos y rusos, en un destino estrella del sudeste asiático, una de las zonas más concurridas por viajeros de todo el mundo.
China invertirá miles de millones de dólares en su isla, de 34.000 kilómetros cuadrados (la mayor del país si no se tiene en cuenta a la "rebelde" Taiwán) para conseguir que el sector turístico mueva un 12 por ciento de la economía provincial, cuando ahora la cifra gira en torno al 5 por ciento.
Con 8 millones de habitantes, muchos de ellos de minorías étnicas como los li o los miao, Hainan centra actualmente su economía en la agricultura, y es la cuarta provincia más pobre del país si se atiende a su producto interior bruto.
El gobierno comunista entiende que se ha desaprovechado el potencial turístico del lugar, por lo que construirá, dentro del plan presentado hoy, hoteles de mayor lujo que los actuales, y contactará con las empresas de cruceros internacionales para que incluyan Hainan en sus escalas.
Además, señaló hoy el diario "Global Times", se estudia la posibilidad de permitir que haya casinos en la isla, lo que de confirmarse convertiría a Hainan en el segundo lugar del país, tras Macao, donde estos centros del juego son legales.
Todos estos planes no han gustado a la vecina Vietnam, ya que el plan incluye el desarrollo de un pequeño archipiélago en mitad de los 300 kilómetros que separan las costas vietnamitas de las del oeste de Hainan, las islas Paracelso.
Esta treintena de islas, que los vietnamitas denominan Hoang Sa ("Arena Amarilla") y los chinos Xi Sha ("Arena Occidental") enfrentan a ambos países desde hace siglos, e incluso provocaron una guerra en 1974 (con Vietnam del Sur).
Tras una batalla naval ese año, en la que murieron 53 vietnamitas y 18 chinos, China pasó a controlar el archipiélago, pese a que en 1954 un acuerdo internacional reconocía la soberanía vietnamita.
Al conocerse el plan turístico, el Ministerio de Asuntos Exteriores vietnamita aseguró, el pasado día 4, que el proyecto "violaba la soberanía de Vietnam" e iba a causar tensión entre ambas naciones comunistas.
La portavoz de turno de Asuntos Exteriores china, Jiang Yu, respondió al día siguiente de forma parca pero clara: "China tiene la soberanía incontestable sobre las islas".
A finales del pasado año, China ya organizó a modo de prueba un "tour" de turistas a estas islas, donde actualmente sólo hay instalaciones militares chinas, causando también las iras de Hanoi.
Las disputas territoriales en el Mar del Sur de China, que también se extienden a otro archipiélago, las Spratly (650 islotes reclamados no sólo por China y Vietnam sino también por Indonesia, Filipinas, Brunei, Taiwán y Malasia) son en parte las culpables de que Hainan no haya vivido un excesivo desarrollo turístico.
La isla está fuertemente militarizada, como pudo comprobarse en 2001 cuando en esa zona un avión espía norteamericano chocó con un caza chino, causando uno de los incidentes diplomáticos más graves entre Pekín y Washington en la última década.
Hainan, de todos modos, no parte de cero puesto que algunas de sus ciudades, principalmente Sanya, ya se han convertido en destino de viajes de los turistas chinos, y también de los de los países de la antigua URSS, ya que para éstos es mucho más fácil conseguir visado para China que para otras naciones del sudeste asiático.
Esto convirtió Sanya en una curiosa "playa rusa" donde todos los carteles están escritos en cirílico, los vendedores y hosteleros hablan el idioma de Pushkin y los restaurantes sirven caviar o sopa "borsch" de remolacha.
Pero en otras zonas de la costa de Hainan ya se comienzan a ver numerosas grúas que vaticinan futuros complejos hoteleros, campos de golf y otras instalaciones, muchas de ellas -un secreto a voces entre los residentes de la isla- inversión personal de las familias de muchos líderes comunistas.
Hainan ya ha aparecido en los medios internacionales en años recientes al acoger varias ediciones del concurso "Miss Mundo" y otros certámenes similares, aunque el plan anunciado hoy pretende ir mucho más allá.
-EFE
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