Las catacumbas de Priscila son conocidas por albergar la imagen más antigua de la Virgen con el Niño. Allí se han visto frescos con supuestas sacerdotisas encabezando ceremonias litúrgicas.
El Vaticano abrió una exhibición para presentar al mundo frescos hallados en una catacumba; y a la vez abrió sin quererlo el debate sobre el papel de las sacerdotisas en la historia de la Iglesia católica.
Los frescos recientemente restaurados en las catacumbas de Priscila son conocidas por albergar la imagen más antigua de la Virgen con el Niño; en ellas, se han visto a presuntas¿S sacerdotisas encabezando ceremonias litúrgicas.
El cardenal Gianfranco Ravasi, ministro de Cultura del Vaticano, presidió la inauguración del "Cubículo de Lázaro", una pequeña cámara funeraria con imágenes del siglo IV de escenas bíblicas, de los apóstoles Pedro y Pablo.
Lo más curioso es que la catacumba cuenta con dos escenas en las que, según defensores de la ordenación sacerdotal de mujeres, aparecen sacerdotisas. Una, en la capilla griega en tonos ocres, muestra a un grupo de mujeres que celebran un banquete, que se supone que es la eucaristía. Otro fresco, en una cámara funeraria ricamente decorada, representa a una mujer vestida con una túnica, similar a una sotana, con las manos en la posición usada por los sacerdotes para el culto público.
Sin embargo, Fabrizio Bisconti, superintendente de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra del Vaticano, asegura que los frescos hacen referencia a una "leyenda". A pesar de que la guía oficial de las catacumbas dice que hay "una clara referencia al banquete de la eucaristía" en el fresco.
El experto aseguró que el otro fresco de la mujer con las manos levantadas en oración era solo eso: una mujer rezando.
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