El juego y la recreación son maneras eficaces de acercarse a los menores de edad marginados, discriminados, huérfanos, a los que tienen limitaciones, a los que viven o trabajan en la calle, señala Unicef.
El derecho a jugar está reconocido en la Declaración de los derechos del niño adoptada por la Asamblea General dela Organización de las Naciones Unidas, en 1959. El principio 7º dice: “el niño deberá disfrutar plenamente de juegos y recreaciones; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho”.
El juego y la recreación además de ser un derecho, son maneras eficaces de acercarse a los menores de edad marginados, discriminados, huérfanos, a los que tienen limitaciones, a los que viven o trabajan en la calle, a los que son víctimas de explotación sexual.
“El derecho a jugar está basado en que es una necesidad, es un lenguaje, es la manera que tienen los niños para comunicarse con los adultos y lo ideal es que aprendamos a respetarlo”, señaló Rosa Piscoya Rivera, Coordinadora de Proyectos y Programas del Consorcio Juega Perú.
La especialista también comentó que el juego es fundamental para el desarrollo integral de los niño y niñas, desarrollan sus aspectos físicos, aprenden a negociar, a jugar con otros niños, a respetar las reglas y saber que si las rompen tiene sus consecuencias.
“Entre los niños, si no se respetan no los dejarán jugar, entonces ese es un principio básico de ciudadanía, con el juego aprendemos las relaciones sociales, como hablar con otras personas Los niños aprenden a vivir en sociedad”, finalizó Piscoya.
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