El director es personaje de la biografía escrita por el guionista Christopher Sandford, responsable de libros sobre David Bowie, Kurt Cobain o Steve McQueen.
Además de con una filmografía de lo más variopinta, con cintas como la criticada "El cuchillo en el agua", o las triunfadoras "La semilla del diablo" y "El pianista", el cineasta polaco cuenta con una vida cargada de sucesos, que le han convertido a lo largo de décadas en blanco de la prensa sensacionalista.
Su talento profesional y su trágica vida privada, a la que se une su condición de prófugo de la justicia norteamericana, son los que han propiciado innumerables estudios, libros y tesis sobre la figura de Polanski, al que de igual forma y con la misma intensidad se califica de "monstruo" y de "genio", explica Sandford en su libro.
Tras perder a su esposa, la actriz Sharon Tate, en la masacre de Cielo Drive a manos de la secta de Charles Manson, y desde que a finales de los setenta se le inculpara por haber drogado y violado a una menor de 13 años, el cineasta huyó de Estados Unidos para trasladarse a Francia, donde no puede ser extraditado.
Allí se centró en reconducir su carrera, a la que se han sumado algunos éxitos más modestos como "La novena puerta", o la adaptación de la novela de Charles Dickens "Oliver Twist".
Con respecto a este último filme, destaca Sandford, se dice que Polanski plasmó ciertas reminiscencias de su infancia, unos años en los que el cineasta vivió toda la crudeza del nazismo.
El pequeño "Romek" nació en París, pero pronto sus padres, ambos judíos, decidieron retornar a Cracovia.
Fue una fatal decisión para ellos ya que poco después su padre fue enviado a Mathausen, donde milagrosamente sobrevivió, y su madre, que no corrió la misma suerte, a Auschwitz.
Tal vez fue ese pasado traumático el que hizo que el "enfant terrible" de Hollywood se inclinara en un principio por las historias con altas dosis de sexo, violencia y voyerismo.
Entre ellas, "Repulsión" o "El baile de los vampiros", que contrastaban drásticamente con el auge que estaba experimentando la Nouvelle Vague.
Enemigo del cineasta francés Jean-Luc Godard -sus principios cinematográficos y seguramente vitales eran completamente opuestos- Polanski había evitado afrontar de manera directa el tema del Holocausto en sus filmes hasta que rodó "El pianista", cinta por la que ganó su primer y hasta ahora único Oscar.
De hecho, el propio Steven Spielberg le había propuesto dirigir unos años antes "La lista de Schindler", una oferta que rechazó para centrarse en el rodaje de "La muerte y la doncella", aplaudido drama protagonizado por Sigourney Weaver y Ben Kingsley.
Con otras joyas que completan su filmografía, como un perturbador y violento "Macbeth" -rodado poco después del asesinato de Tate- o la brillante "Chinatown", el director polaco se encuentra actualmente trabajando en su próximo proyecto, el thriller político "The Ghost".
Efe
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