Cuando se presentan dudas sobre la autoría de una firma, esta se somete a estudios comparativos que establecen si las distintas rúbricas provienen del mismo puño gráfico.
La firma que aparece en el Documento Nacional de Identidad (DNI) es aquella que el ciudadano ha elegido para identificarse legalmente ante los demás y, por lo tanto, debe utilizarse en trámites y transacciones que requieran validez jurídica. Así lo explica el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), en cuya base de datos almacena las firmas realizadas por todos los peruanos al solicitar su primer DNI y al renovar este documento.
“En cada renovación del DNI se van registrando las modificaciones que sufre la firma de una persona. Porque la firma tiene vida, evoluciona a través del tiempo”, afirma la especialista en grafotecnia del Reniec, Gregoria Zegarra. “Generalmente los cambios en la rúbrica se producen de manera involuntaria, excepto cuando se pretende disfrazar la identidad, o en casos como los de mujeres que quieren dejar de usar el apellido de su esposo por divorcio o viudez”, añade.
La especialista señala que hay personas que usan firmas paralelas, es decir, distintas modalidades de firma –una completa, una media firma y un visto bueno–, pero para gestiones formales tienen que usar la última firma registrada en el Reniec porque esa es la vigente.
Cuando se presentan dudas sobre la autoría de una firma, esta se somete a estudios comparativos que establecen si las distintas rúbricas provienen del mismo puño gráfico. Estudios de este tipo son los que Gregoria Zegarra y otros especialistas realizan habitualmente en la Subgerencia de Identificación y Grafotecnia del Reniec. Este organismo recomienda a la población mantener actualizada su firma y los demás datos e imágenes incluidos en el DNI para que el documento conserve su pleno valor identificatorio.
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