El contenido de la comunicación fue dado a conocer hoy por la prensa local y no revela que el maquinista haya dado alerta por un fallo en los frenos.
La grabación de audio de la comunicación entre el tren siniestrado el pasado miércoles en Argentina, con un saldo de 51 muertos y 703 heridos, y el centro de control no revela que el maquinista haya dado alerta por un fallo en los frenos.
El contenido de la comunicación fue dado a conocer hoy por la prensa local y revela que el maquinista sólo se comunicó con el control al iniciar su turno, cuando abordó el tren.
La comunicación sólo se retoma una vez que el tren se estrella contra una de las cabeceras de la estación de Once, una de las principales de Buenos Aires, pero es la voz del guarda del convoy la que se escucha, donde pide al control el envío de ambulancias, bomberos y policías.
El maquinista del tren declaró el pasado viernes ante el juez que investiga los hechos que intentó frenar dos veces y que luego utilizó el freno de emergencia, pero los mecanismos no funcionaron.
El maquinista Marcos Antonio Córdoba, de 28 años, fue imputado por "estrago culposo" -delito para el que se prevé una pena de seis meses a tres años de prisión- y, tras prestar declaración indagatoria, quedó en libertad por decisión del juez.
"En ningún momento de la grabación de la comunicación entre el maquinista y el controlador de tráfico se registró ningún inconveniente en la formación y jamás el conductor advirtió que el convoy tenía fallas en los frenos", indicaron fuentes de la empresa TBA, a cargo del servicio ferroviario, en declaraciones al diario La Nación.
Delegados sindicales del servicio citados por ese periódico aseguraron que los trabajadores que se negaban a operar formaciones en mal estado eran sancionados por la empresa.
Las denuncias por el mal funcionamiento de los trenes también arrecian entre los usuarios, cuyos testimonios se multiplican en la prensa local, donde aseguran que usualmente las formaciones tienen puertas automáticas que van abiertas durante el trayecto, ventanillas rotas y reiteradas demoras por desperfectos.
El Gobierno ha resuelto presentarse como querellante en la causa judicial abierta por el siniestro y crecen los rumores sobre una posible intervención a la empresa TBA, que recibe millonarios subsidios por parte del Estado. EFE
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