Iniciativa impulsada por Aquafondo busca asegurar la provisión de agua y energía eléctrica para la capital, ante creciente contaminación y expansión urbana.
El Fondo del Agua para Lima y Callao (Aquafondo) desarrolla un proyecto para formar un consejo de recursos hídricos de cuencas, a fin que los usuarios del agua de los ríos Chillón, Lurín y Rímac, decidan sobre la gestión y se eviten daños irreversibles a esos tres valles.
Senja Bleeker, especialista en gestión hídrica de Aquafondo, señaló que la formación de dicho consejo se enmarca en la nueva ley de recursos hídricos y busca asegurar la provisión de agua y energía eléctrica para Lima.
“Hay que parar la contaminación del agua por residuos sólidos y agroquímicos. De lo contrario se necesitará mucho dinero para limpiarla, necesitamos controlar el crecimiento de las zonas urbanas en áreas agrícolas porque de lo contrario aumentará el riesgo de inundaciones y desastres”, señaló.
Refirió que la periferia metropolitana avanza aceleradamente hacia los tres valles. En el caso del Chillón la ocupación llega a 12.400 hectáreas de un total de 18.000 (68%) y en el Rímac alcanza las 13.500 hectáreas de un total de 15.000 (90%). En Lurín la apropiación asciende 998 de 6.000 hectáreas (16.6%).
“Si las estrategias de ocupación del territorio no se modifican y continúan las tendencias, Lima llegará a tener 10 millones de habitantes hacia el 2020, generándose un desborde periférico, que continuará siendo caótico (…) el difícil entorno natural se verá sometido a impactos sociales y ambientales irreversibles, de fuerte impacto negativo sobre la calidad de vida de la ciudad”, advirtió.
Bleeker indicó que de estas tres cuencas sobresale la del Chillón, pues, a pesar de haber perdido el 68% de su valle, todavía le queda mayor área agrícola, con terrenos de calidad A1 y con capacidad de riego para todo el año, constituyéndose en el principal valle limeño en riesgo.
“La sostenibilidad económica y ambiental de Lima norte, en constante expansión, podría estar amenazada en el largo plazo, si es que no se resuelven las amenazas que pesan sobre la cuenca del río Chillón, considerada la segunda de mayor importancia para la capital, después de la cuenca del Rímac”, resaltó.
Bleeker anotó que a los problemas mencionados se suman la minería en la parte alta y las industrias en la parte baja de la cuenca, que son una fuente de contaminación altísima.
“De no tomarse medidas, podría perderse la provisión de agua y energía para Lima", advirtió.
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