El ´pájaro blanco´ fue retirado de la circulación en 2003 por su alto coste de mantenimiento y escasa rentabilidad. El 2000 ocurrió sufrió un accidente que causó la muerte de 113 personas.
La era supersónica de la aviación concluyó hace hoy diez años con el último aterrizaje del Concorde, un vuelo de British Airways (BA) que llegó a Londres procedente de Nueva York el 24 de octubre de 2003 con cien pasajeros a bordo.
El último avión Concorde se despedía del cielo en una celebración lujosa y emotiva tras la cual los siete ejemplares de la compañía británica se convirtieron en piezas de museo repartidos por todo el mundo, desde Barbados a Nueva York o Manchester (R.Unido).
"El pájaro blanco" fue retirado de la circulación en 2003 por su alto coste de mantenimiento y escasa rentabilidad, después de que su único accidente sucedido en el año 2000, que causó la muerte de 113 personas, marcara el inicio de su decadencia.
Este avión de lujo, con billetes a partir de los 5.000 euros y que también tenía la compañía gala "Air France", cruzaba el Atlántico en tres horas y media a una velocidad superior a los 2.000 kilómetros por hora que permitía ver la curvatura de la Tierra.
Técnicamente, supuso una revolución en tecnología de la aeronáutica y levantó el orgullo de los ingenieros europeos que habían conseguido esta obra maestra antes que los estadounidenses.
Una vez retirado del aire, ha crecido la nostalgia por este aparato mítico.
Así, ya a finales de 2003 consiguió recaudar más de un millón de euros en una subasta benéfica celebrada en Londres con instrumentos de vuelo, medidores de velocidad, fotos y hasta un "morro" del avión.
EFE
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