"Espero que el acuerdo (sobre Kaesong) ayude a corregir comportamientos erróneos del pasado en las relaciones y allane el camino para una nueva etapa", dijo Park Geun-hye.
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, propuso al Norte retomar otros proyectos interrumpidos entre las dos Coreas, un día después de alcanzar un acuerdo histórico para la reapertura del complejo industrial conjunto de Kaesong.
Con motivo de la celebración en la península coreana del "Día de la Liberación" de la colonización japonesa (1910-1945), Park propuso en su discurso impulsar las reuniones de las familias separadas por la Guerra de Corea (1959-1953) y establecer un parque memorial de la paz en la zona desmilitarizada fronteriza entre los dos países.
"Espero que el acuerdo ayude a corregir los comportamientos erróneos del pasado en las relaciones intercoreanas y allane el camino para una nueva etapa", detalló Park, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
Además, en su discurso la presidenta instó a los políticos japoneses a "mostrar un valiente liderazgo para curar las heridas del pasado" a través de "medidas responsables y sinceras" que permitan solventar los conflictos, aún abiertos, de su pasado colonial.
En este sentido, durante sus años de dominio, Japón expropió tierras a muchos coreanos, a los cuales prohibió el uso de su idioma en las escuelas, obligó a alistarse en la armada o condenó a realizar trabajos forzados, además de utilizar a cerca de 200.000 mujeres como "esclavas" sexuales del Ejército Imperial.
A pesar de las protestas que provoca, y con motivo de la celebración en Japón del 68 aniversario del fin de la II Guerra Mundia, a primera hora de la mañana dos ministros nipones visitaron el polémico santuario tokiota de Yasukuni, dedicado a los soldados caídos y que alberga a notorios criminales de la II Guerra Mundial.
El discurso de Park se produce un día después de que las dos Coreas acordarán la reapertura del polígono de Kaesong, cerrado desde hace 133 días y logrado tras siete rondas de negociaciones.
En el documento de cinco puntos, ambos países se comprometieron a no volver a cerrar sus puertas "bajo ninguna circunstancia", al tiempo que acordaron la creación de un comité mixto que se encargará de velar por el funcionamiento del complejo, situado en territorio norcoreano y en el que 123 empresas del Sur emplean a cerca de 54.000 trabajadores del Norte.
A modo de mecanismo de salvaguarda, y para evitar de nuevo el cierre del complejo, el documento estableció también la posibilidad de "internacionalizar" el parque industrial, que se abrirá a la entrada de inversores extranjeros.
El complejo, que llevaba más de ocho años operando de manera casi ininterrumpida, fue clausurado unilateralmente por el régimen de Kim Jong-un el pasado 8 de abril, tras una larga campaña de hostilidades del Norte contra Seúl y Washington.
EFE
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