Según dijeron, les ordenaron permanecer en sus camarotes mientras se hundía el barco.
Seis estudiantes, supervivientes del naufragio del ferri surcoreano Sewol, culparon hoy a la tripulación de ordenarles permanecer en sus camarotes mientras se hundía el barco, así como a los servicios de rescate por no ayudar a quienes quedaron atrapados en los primeros momentos del accidente.
Los seis jóvenes reconstruyeron los dramáticos hechos ocurridos el pasado 16 de abril en la primera comparecencia de supervivientes de la tragedia del juicio que se sigue contra el capitán del barco y los 14 tripulantes.
Los fiscales mantienen que el capitán, Lee Joon-seok, de 69 años, y otros tres tripulantes abandonaron el barco sin atender a la seguridad de los pasajeros tras retrasar la orden de evacuación, un comportamiento que pudo haber elevado el número de muertes, 304 del total de 476 tripulantes.
Según el relato de los jóvenes estudiantes, al menos 30 de sus compañeros obedecieron las órdenes de la tripulación y permanecieron un rato en fila india dentro de un pasillo del barco que conducía a una salida de emergencia, mientras el barco se hundía.
"Como no llegaban los servicios de rescate, muchos decidimos saltar al mar uno detrás de otro. Después de que yo saltara, una ola golpeó la salida de emergencia y los diez que quedaban en el pasillo ya no pudieron salir", relató una joven, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
Otra estudiante afirmó que las lanchas de la Guardia Costera surcoreana recogían únicamente a los jóvenes que habían saltado al agua y que no actuaron para salvar a los que aguardaban en el ferri a la deriva, pese a tenerlos al alcance de la mano.
"Se quedaban parados mirando al barco mientras se hundía, incluso después de que yo les dijera que había muchos atrapados tras la puerta de emergencia", afirmó la joven.
Los seis estudiantes coincidieron al señalar que la tripulación les insistió en permanecer en sus cabinas durante el hundimiento y pidieron a la corte "un severo castigo" para quienes estaban al mando del barco.
Tras la audiencia de hoy, que se celebró a puerta cerrada y sin la presencia de los quince acusados, se celebrarán varias otras en las que testificarán decenas de supervivientes hasta el próximo martes.
El capitán y tres de los tripulantes están acusados de homicidio por negligencia grave, un cargo similar al de asesinato en primer grado en los códigos penales occidentales que en Corea del Sur podría implicar la pena de muerte, aunque esta no se aplica en el país desde 1997.
Los 11 miembros restantes de la tripulación están acusados de conducta negligente con resultado de muerte y podrían enfrentarse a condenas de hasta cadena perpetua.
EFE
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