Con carteles en mano, los residentes expresaron su molestia por la decisión municipal de retirar los árboles ubicados en el cruce de las avenidas Coronel Portillo y Miro Quesada.
Un grupo de vecinos del distrito limeño de San Isidro catalogó como "un crimen ecológico" la intención municipal de talar cinco palmeras, ubicadas en el cruce de dos conocidas avenidas, a fin de ejecutar obras de mejoramiento vial.
Con carteles en mano, en los que se leía "las queremos en pie" y "atentado salvaje", los residentes expresaron su molestia por la decisión municipal de retirar los árboles que tienen más de 25 años en el distrito.
"No estamos en contra de las obras sino de la tala de palmeras, porque consideramos que es un crimen ecológico lo que se quiere cometer", señaló Mariella Bustillos en el cruce de las avenidas Coronel Portillo y Miro Quesada.
Además, consideró que el municipio local miente a los vecinos al indicar que las palmeras serán llevadas a otra zona.
"Cualquier persona con un mínimo de inteligencia sabe que palmeras de 30 metros de altura son imposibles de trasladar", agregó Bustillos, quien más temprano se amarró a uno de los árboles en señal de protesta.
Por su parte, Efraín Salas expresó su indignación con la posible tala y contó que están en proceso de recolección de firmas para impedir la acción municipal.
"El valor agregado que tiene vivir en San Isidro es que se trata de una zona verde. El arboricidio es algo que no vamos a permitir. Matar árboles que tienen más de 25 años en la zona es una estupidez", culminó.
La Municipalidad de San Isidro señaló en un comunicado que los protestantes son un reducido grupo de vecinos que impiden una obra de mejoramiento vial (semaforización y ensanchamiento de carriles).
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