Estados Unidos retiró a Cuba de su lista de países que no hacen lo suficiente para combatir el tráfico de personas, en la que permanecía desde hace más de una década.
Estados Unidos retiró a Cuba de su lista de países que no hacen lo suficiente para combatir el tráfico de personas, en la que permanecía desde hace más de una década, y mantuvo a Venezuela en esa categoría que abre la puerta a la imposición de sanciones económicas.
Una semana después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas cubano-estadounidenses y dos meses después de la retirada de la isla de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, el Departamento de Estado de EE.UU. eliminó a Cuba de la peor categoría de su informe anual sobre el tráfico de personas en el mundo.
"El Gobierno de Cuba no cumple completamente con los estándares mínimos para la eliminación del tráfico de personas, pero está haciendo esfuerzos significativos para hacerlo", señala el informe.
Cuba, que estaba desde 2003 en la lista de países cómplices con la trata de personas, fue puesta en la categoría de "observación especial", donde están 43 países, entre ellos Bolivia, Costa Rica, Haití, Jamaica y China.
El Departamento de Estado justificó el cambio por los "esfuerzos para afrontar el tráfico sexual" del Gobierno cubano, pero admitió que quedan retos pendientes en el plano de la explotación laboral.
"Seguimos preocupados por el hecho de que Cuba no haya reconocido el trabajo forzado como un problema y ese es un tema que trataremos en nuestro diálogo con funcionarios cubanos durante el próximo año", dijo la subsecretaria de Estado de EE.UU. para la Democracia y los Derechos Humanos, Sarah Sewall, en una conferencia de prensa.
Pese a las explicaciones del Departamento de Estado, el congresista republicano Chris Smith, uno de los más activos en el tema del combate a la trata de personas, opinó en un comunicado que el cambio se hizo "solo por razones políticas" y que Cuba "no ha hecho nada para merecer una mejora de categoría".
El informe sobre el tráfico de personas del Departamento de Estado examina la situación en 188 países del mundo y evalúa el grado en que sus Gobiernos cumplen con los estándares de combate a esa lacra establecidos en una ley estadounidense de 2000.
"Queremos atraer la atención del público a la naturaleza y dimensiones de esta industria ilícita valorada en 150.000 millones de dólares", dijo hoy el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.
En la "lista negra" del informe están Venezuela, Belice, Guinea Ecuatorial, Rusia, Irán, Corea del Norte, Siria, Argelia, Burundi, la República Centroafricana, Eritrea, Gambia, Guinea-Bissau, Kuwait, Libia, Mauritania, Sudán del Sur, Tailandia, Yemen, Zimbabue, Bielorrusia, las islas Marshall y las Comores.
Venezuela fue añadida el año pasado a la lista negra tras figurar durante varias ediciones en el listado de "observación especial", y ahora sigue en la peor categoría porque, según EE.UU., su Gobierno no hace "esfuerzos significativos" para combatir el problema.
EFE
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