El vuelo circular de los buitres sobre los animales muertos se puede observar a kilómetros de distancia, por lo que puede servir para alertar a los guardabosques de que hay un animal muerto.
Supuestos cazadores furtivos han envenenado en Zimbabue a 184 buitres, la mayor parte de ellos dorsiblancos africanos, en peligro de extinción.
El reputado ornitólogo Peter Mundy, coautor de "Los Buitres de África", explicó hoy a Efe que presuntos furtivos de elefantes mataron a las aves en el Parque Nacional Gonarezhou (sureste) a rellenar con veneno un paquidermo que habían cazado para quedarse con sus colmillos.
El vuelo circular de los buitres sobre los animales muertos se puede observar a kilómetros de distancia, por lo que puede servir para alertar a los guardabosques de que hay un animal muerto y, quizá, de que hay cazadores furtivos en los alrededores.
Mundy, profesor de Recursos Forestales y Gestión de Flora y Fauna en la Universidad Nacional de Zimbabue, indicó que los furtivos establecen campamentos en las reservas naturales y tratan de acabar con los buitres antes de empezar a cazar, para que las aves no delaten su posición.
"Los furtivos se quedan en una zona determinada durante unos días, mientras se hacen con todo lo que pueden", agregó Mundy.
La mayoría de los buitres envenenados era dorsiblanco africano, incluidos en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Los rinocerontes y elefantes de las reservas naturales de Zimbabue están bajo amenaza creciente por lo preciado de sus colmillos y cuernos, y el envenenamiento de buitres podría aumentar, por lo que Mundy prefirió no desvelar la sustancia usada para matar a los carroñeros.
"Es una preocupación inmensa", apuntó el experto, quien dijo que en Kenia y Botsuana también se han registrado sucesos similares.
EFE
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