El decano del Colegio de Psicólogos de Lima explicó que los depredadores sexuales suelen ocultarse detrás de conductas aparentemente normales.
“El agresor sexual, el violador, no tiene un perfil único. Su conducta diaria puede ser la más normal del mundo. Por eso es difícil de detectar”. Así lo afirmó el decano del Colegio de Psicólogos de Lima, Elmer Salas, a propósito del caso de un policía detenido en Huánuco por, presuntamente, abusar de más de 100 menores de edad.
En diálogo con RPP Noticias, el especialista señaló que los exámenes psicológicos comunes en las convocatorias de empleo suelen ser insuficientes para la detección de psicopatías. Este sería el caso del suboficial Carlos Eduardo Tumes López, quien se acercó a sus víctimas mientras laboraba en la Oficina de Participación Ciudadana (OPC) de la provincia.
"Vida normal". “¿Cómo es que este señor llega ahí y cómo es que se mantiene por tanto tiempo? Lo que ocurre es que en el proceso de concurso no se le identificó un perfil por medio de un estudio minucioso”, sostuvo en el programa Ampliación de Noticias. Por eso, sostuvo, estas personas pueden interactuar con aparente normalidad en centros laborales.
Salas también explicó que los agresores sexuales carecen de empatía y “cosifican” a sus víctimas, pese a que en su vida diaria con otras personas pueden demostrar lo contrario. “Pueden tener familia, estar casados, tener hijos, pero en ese aspecto del área sexual, ven a la mujer como una cosa”. Otra característica común es el buen nivel intelectual.
Comparte esta noticia