El tío de Jafet Caleb Torrico Jara lo recordó como una persona tranquila y miembro de una congregación religiosa. Además, pidió que se interrogue a la persona que le alquiló el cuarto donde habría ocurrido el crimen.
Jafet Caleb Torrico Jara (24) fue identificado como una de las víctimas cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en San Martín de Porres. Su tío Hugo Viggio lo recordó como una persona tranquila, proveniente de una familia evangélica, y miembro de una congregación religiosa con la que participaba en actividades.
"Yo desmiento que mi sobrino tenía problemas policiales en Ventanilla porque su vocación justamente era llegar a ser miembro de la Policía Nacional y para eso estaba prestando el servicio militar", relató en diálogo con RPP Noticias.
El señor Viggio describió a la joven víctima como un joven "bastante recatado", que vivía con sus padres y muy apegado a su doctrina religiosa. Sobre las causas del crimen, pidió investigar a la persona que le alquiló el cuarto donde fue hallado para conocer el ingreso de otras personas antes de su asesinato.
Lima
Tío de la víctima da su versión a RPP Noticias.
Los detenidos
El taxista Raúl Bodero Serna, quien ayudó a transportar en su vehículo los restos descuartizados de dos personas, fue liberado tras ser interrogado por la Policía en la sede de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), en la avenida España, en el Cercado de Lima.
A su salida, en horas de la madrugada, el conductor aseguró no haber participado en el asesinato y posterior descuartizamiento de dos personas, y que jamás se imaginó que en las bolsas que metió en su vehículo estaban los cuerpos descuartizados.
El quinto intervenido es el ciudadano venezolano Alexander Salazar Álvarez, quien trabajaba como cuartelero del hostal y que, según trascendió, presenta lesiones recientes a la altura del pecho.
Cabe mencionar que el municipio de San Martín de Porres clausuró temporalmente el hotel donde ocurrieron los hechos, e impuso una multa de 4200 soles al dueño. “La multa impuesta es por resistirse a la labor de fiscalización. Hemos venido, hemos ingresado y no hay nadie que nos dé la atención correspondiente”, se quejó un fiscalizador.
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