Escuchar a un familiar pidiendo dinero o verlo en situaciones comprometedoras puede generar dudas en cualquier persona. Hoy en día, la delincuencia se aprovecha de diversas herramientas tecnológicas para llevar a cabo sus fechorías, y esto incluye el uso de la inteligencia artificial. ¿Cuáles son los casos recientes y los delitos informáticos que han aumentado en lo que va del año?
Ni la presidenta de República, Dina Boluarte, se salva de la delincuencia cuando esta usa herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial para manipular la imagen y voz de las personas con el objetivo de cometer delitos informáticos.
“El sistema no requiere ningún conocimiento o habilidad de su parte, les recomiendo a todos registrarse rápidamente para comenzar a ganar dinero”, se escucha la voz de Dina Boluarte.
Sin embargo, la voz no es de la mandataria. Se trata de una manipulación de su voz realizada mediante inteligencia artificial, en la que individuos sin escrúpulos intentan hacer creer al público que la jefa de Estado está invitando a la población a invertir en una empresa desconocida, lo cual es completamente falso.
Esta modalidad es conocida como deepfake o ‘ultrafalso’, así lo explica el coronel Luis Huamán, jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) de la Policía Nacional.
“Deepfake es el uso de videos falsos que aparentan ser reales donde distorsionan la imagen de una persona más que todo, una persona que sea publica, los lideres de opinión, en este caso estarían suplantando su identidad porque están suplantando su voz y la voz es una característica de la identidad humana", dijo el coronel Huamán.
Cifras de delitos informáticos
La estafa mediante la clonación de la voz no es la única. Los delitos informáticos han experimentado un crecimiento en los últimos años, y la criminalidad ha sabido adaptarse a las nuevas circunstancias.
Esto se refleja en las cifras, que revelan que en el primer semestre de 2019 a nivel nacional se registraron 930 denuncias por delitos informáticos, mientras que en el mismo período de 2023 se ha llegado a las 7 734 denuncias, según datos recopilados por la Policía Nacional y presentados en el boletín semestral de seguridad ciudadana del Instituto de Defensa Legal.
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Jesús Veliz, editor de Tecnología de RPP Noticias, explicó que las estafas más comunes se realizan a través de la modalidad conocida como "phishing", que implica el robo de datos mediante páginas web clonadas.
"El hábito más común es la clonación de páginas web, el phishing la idea que un delincuente crea una página web similar al de un banco de un servicio, de una página estatal, para que el usuario meta su usuario y contraseña ahí, y antes un delincuente se demoraba 10 minutos en hacerse, es decir un delincuente se demoraba 10 minutos en clonar un sitio web oficial, con inteligencia artificial el mismo tiempo lo invierte para hacer 17 mil páginas web es decir que en 10 minutos ya no hace una, hace 17 mil de acuerdo a cifras de palo alto networks", indicó Jesús Veliz.
En el Perú, los delitos informáticos están tipificados en el artículo 9 de la Ley 30096, que establece que: "El que, de manera deliberada e ilegítima, daña, introduce, borra, deteriora, altera, suprime o hace inaccesibles datos informáticos, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y con ochenta a ciento veinte días-multa.
De acuerdo Erick Iriarte, experto en derecho digital, la legislación podría mejorarse mediante la inclusión de cláusulas generales que consideran el uso de tecnologías para cometer delitos como agravantes.
"En esta medida la tendencia parte de las tendencias es generar estos artículos de clausula general y lo otro es formar a jueces y fiscales en la persecución del delito incorporándole cláusulas de agravamiento o condiciones de agravamiento por el uso de tecnologías", expresó Erick Iriarte.
Según los expertos, para evitar caer víctima de estos delitos, es importante mantener un alto nivel de desconfianza ante cualquier comunicación que llegue a tu teléfono, incluso cuestionar lo que se escuche o vea, sobre todo si proviene de fuente desconocida, ya que se podría estar frente a un caso de ciberdelincuencia.
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