Joven que agredía a sus compañeros recibió golpiza a manos de un luchador semiprofesional.
Un padre de familia le dio una lección a su hijo al matricularlo en un gimnasio de boxeo semiprofesional. La medida tomada fue ante las constantes quejas que recibía el padre por las agresiones constantes que su hijo daba a sus compañeros de colegio.
La idea del papá era que su hijo pueda saber lo que es ser víctima de agresiones por alguien más fuerte que él. El joven recibió una paliza basada en duros puñetazos.
El juvenil terminó ensangrentado en la nariz y la boca. A pesar de ver herido a su hijo, el padre indicó que fue la decisión más acertada para el menor.