Abbey D’Agostino y Nikki Hamblin, una historia detrás de una caída en Río 2016

 Este martes 16 de agosto se realizó la eliminatoria en los 5000 metros femenino en atletismo donde Almaz Ayana de Etiopia hizo la mejor puntuación con un tiempo de 15 minutos 4 segundos y 35 centésimas. Durante la competencia hubo dos atletas que tropezaron y perdieron la opción de clasificar a escasos metros de llegar a la meta.

La caída – La atleta de Nueva Zelanda Nikki Hamblin tuvo un tropezón y cayó al suelo, haciendo que su colega de Estados Unidos, Abbey D’Agostino, que venía tras suyo, también tropezara sufriendo algunas lesiones mientras impactaba contra el suelo.

Ganar no lo es todo – La estadounidense se repuso enseguida y en lugar de continuar la carrera prefirió animar a Nikki Hamblin que estaba tirada en el piso llorando. Ella se levantó entre lágrimas y continuaron juntas algunos pasos hasta que D’Agostino no pudo seguir por un fuerte golpe que había sufrido en la rodilla y no la dejaba continuar con normalidad.

Le devolvió el gesto – La atleta de Nueva Zelanda intentó darle ánimos a su colega, pero el fuerte dolor no la dejaba pararse para continuar corriendo, fue cuando Abbey le pidió a su colega que continúe sin ella. Segundos después se repuso, terminó la competencia y fue asistida en una silla de ruedas de la organización.

El abrazo deportivo – Al final de la competencia Nikki Hamblin se acercó a Abbey D’Agostino y se dieron el abrazo más ganador en la competencia de los 5000 metros femeninos. No clasificaron a la final, pero ganaron el respeto y la admiración de los aficionados.