Presidente estadounidense fue víctima de las críticas y cuestionamientos tras no lograr obtener la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.
El presidente estadounidense, Barack
Obama, recibió hoy las críticas de quienes consideraron que la
pérdida de la candidatura Olímpica de Chicago 2016 ha sido una
"humillación" y ha afectado su imagen como líder y orador.
Obama "ha perdido prestigio", según el analista político de la cadena CBS, Mike Flannery, quien opinó que "era una batalla en la que no tenía porqué estar involucrado, pero eligió implicarse y eso ha tenido un costo".
Los republicanos consideraron "poco prudente" el viaje de "último minuto" a Copenhague de Obama cuando tenía asuntos pendientes en el país como la crisis económica, la nueva estrategia de la guerra en Afganistán y la legislación pendiente de la reforma sanitaria.
"El presidente Obama falló en traernos las Olimpiadas, mientras el desempleo ha subido el 9,8 por ciento", declaró el viernes el republicano Nwet Gingrich nada más saber el resultado, mientras enfatizaba que "EE.UU. necesita centrar su liderazgo".
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, señaló que las críticas iban a aparecer sin importar si Obama hiciera o no el viaje, pero las observaciones han pasado de la conveniencia del viaje a cuestionar su capacidad política.
"Si Obama no puede convencer para traer los Juegos Olímpicos, ¿cómo va a presionar a los iraníes con su programa nuclear, asegurar el apoyo de los aliados en las dos guerras o reconstruir la imagen de EE.UU. en Oriente Medio?", se pregunta FOX-News.
El canal critica que desde que asumió su cargo el pasado enero Obama ha realizado gestos de cara a la comunidad internacional como ordenar el cierre de Guantánamo, encabezar la lucha contra el cambio climático, "incluso" un discurso destinado al mundo musulmán.
Pero el canal conservador considera que después de sufrir "semejante humillación pública" todas estas acciones demuestran que Obama "es mejor orador que consiguiendo resultados" y "es más una celebridad que un líder".
Según Tucker Carlson, analista político de la cadena, la derrota olímpica demuestra que "la idea de que los países, porque les gusta el presidente personalmente, cambiarán posiciones básicas en determinados asuntos, es absurda".
Aseguró que cada país tiene sus propios intereses y la idea de que "como Obama es popular en el mundo, hace de alguna manera a Estados Unidos un negociador más efectivo es absurdo".
Para otros republicanos como Pete Hoekstra es cuestión de ser claro a la hora de establecer prioridades, para que "el presidente no puede hacer de todo su prioridad número uno porque el resultado es que no hay ninguna prioridad".
"Con la crisis nuclear con los iraníes, la guerra de Afganistán y el debate sobre la reforma sanitaria, ¿por qué está el presidente tan preocupado en traer los juegos olímpicos a su ciudad?", opinó el comentarista conservador Sean Hannity.
Mientras los republicanos aumentan sus críticas no está del todo claro cómo le va a afectar la "derrota" en términos reales ya que su índice de popularidad ha ido en aumento desde el descenso que tuvo en el verano, tras los primeros debates sobre la reforma sanitaria.
"No creo que la reputación internacional de Obama haya sufrido un golpe importante, después de todo, los dirigentes de los países finalistas - Estados Unidos, España, Japón y Brasil - estaban en Copenhague", dice la periodista Lynn Sweet del Chicago Sun Time en su blog.
En todo caso, Sweet ve que la "marca Obama" puede que se haya visto mermada, pero consideró que el presidente utilizó la plataforma olímpica para reafirmar su doctrina de compromiso con el mundo "para decir que Estados Unidos quiere un nuevo comienzo después de la era Bush". EFE
Obama "ha perdido prestigio", según el analista político de la cadena CBS, Mike Flannery, quien opinó que "era una batalla en la que no tenía porqué estar involucrado, pero eligió implicarse y eso ha tenido un costo".
Los republicanos consideraron "poco prudente" el viaje de "último minuto" a Copenhague de Obama cuando tenía asuntos pendientes en el país como la crisis económica, la nueva estrategia de la guerra en Afganistán y la legislación pendiente de la reforma sanitaria.
"El presidente Obama falló en traernos las Olimpiadas, mientras el desempleo ha subido el 9,8 por ciento", declaró el viernes el republicano Nwet Gingrich nada más saber el resultado, mientras enfatizaba que "EE.UU. necesita centrar su liderazgo".
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, señaló que las críticas iban a aparecer sin importar si Obama hiciera o no el viaje, pero las observaciones han pasado de la conveniencia del viaje a cuestionar su capacidad política.
"Si Obama no puede convencer para traer los Juegos Olímpicos, ¿cómo va a presionar a los iraníes con su programa nuclear, asegurar el apoyo de los aliados en las dos guerras o reconstruir la imagen de EE.UU. en Oriente Medio?", se pregunta FOX-News.
El canal critica que desde que asumió su cargo el pasado enero Obama ha realizado gestos de cara a la comunidad internacional como ordenar el cierre de Guantánamo, encabezar la lucha contra el cambio climático, "incluso" un discurso destinado al mundo musulmán.
Pero el canal conservador considera que después de sufrir "semejante humillación pública" todas estas acciones demuestran que Obama "es mejor orador que consiguiendo resultados" y "es más una celebridad que un líder".
Según Tucker Carlson, analista político de la cadena, la derrota olímpica demuestra que "la idea de que los países, porque les gusta el presidente personalmente, cambiarán posiciones básicas en determinados asuntos, es absurda".
Aseguró que cada país tiene sus propios intereses y la idea de que "como Obama es popular en el mundo, hace de alguna manera a Estados Unidos un negociador más efectivo es absurdo".
Para otros republicanos como Pete Hoekstra es cuestión de ser claro a la hora de establecer prioridades, para que "el presidente no puede hacer de todo su prioridad número uno porque el resultado es que no hay ninguna prioridad".
"Con la crisis nuclear con los iraníes, la guerra de Afganistán y el debate sobre la reforma sanitaria, ¿por qué está el presidente tan preocupado en traer los juegos olímpicos a su ciudad?", opinó el comentarista conservador Sean Hannity.
Mientras los republicanos aumentan sus críticas no está del todo claro cómo le va a afectar la "derrota" en términos reales ya que su índice de popularidad ha ido en aumento desde el descenso que tuvo en el verano, tras los primeros debates sobre la reforma sanitaria.
"No creo que la reputación internacional de Obama haya sufrido un golpe importante, después de todo, los dirigentes de los países finalistas - Estados Unidos, España, Japón y Brasil - estaban en Copenhague", dice la periodista Lynn Sweet del Chicago Sun Time en su blog.
En todo caso, Sweet ve que la "marca Obama" puede que se haya visto mermada, pero consideró que el presidente utilizó la plataforma olímpica para reafirmar su doctrina de compromiso con el mundo "para decir que Estados Unidos quiere un nuevo comienzo después de la era Bush". EFE
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