Las primeras pistas de carrera de la capital estuvieron en Santa Beatriz y San Felipe. Cancha de césped y arena del ´Coloso de Surco´ fueron escenario de competencias de nivel internacional.
Hace 50 años en un distrito con mucha historia, Surco, en lo que fue un extenso valle que cobijó Barranco, Chorrillos, San Borja, Surquillo y parte de Miraflores, el señorío de Sulco, como era conocido, era una zona muy productiva, pues aprovechaba el agua del río Rímac. Gracias a esto, todo lo gris se convirtió en verde
Años más tarde, los historiadores hablaron de una nueva dirigencia administrativa desde 1571, al crearse un pueblo. A cargo estuvo el curaca Francisco Tantachumbi, que edificó el cabildo y la iglesia de Santiago Apóstol. Además, se levantaron ranchos para los indios y activaron terrenos para cultivar. Haciendas azucareras dirigidas por la orden jesuita, cosechaban variados frutales y sembríos de alfalfa...
Con el tiempo, fue transformada en zona de buenos vinos y fiestas tradicionales como de variados centros turísticos.
Es en ahí, donde hace 50 años se inauguró el Hipódromo de Monterrico, heredero de un pasado turístico escrito en las pistas de Santa Beatriz y San Felipe. En este último escenario la actividad se prolongo durante 22 años, hoy allí se levantan las Torres de San Felipe.
Los terrenos para construir Monterrico fueron adquiridos bajo la presidencia de Ernesto Ayulo Pardo, durante el mandato de Óscar Berckemeyer Pazos, y se colocó la primera piedra en la presidencia de Gustavo Prado Heudebert. El ritmo y el avance de las obras se mantuvieron con un préstamo gestado por el directorio de César del Río
Luego, en el concierto de la hípica continental, el Hipódromo de Monterrico fue ganando lugares y por su pista de arena lo denominaron el Coloso de Surco, nombre mantenido a la actualidad.
Su construcción se inició en 1952 mientras en Jesús María, en el ya “desahuciado” San Felipe, se instalaba en un sector el Ministerio de Marina. También, un conjunto residencial para el personal de la Fuerza Aérea y posteriormente las Torres de San Felipe.
Ya instalado el hipódromo, las autoridades hípicas pusieron al servicio de los aficionados cinco buses para llegar al recinto. Los vehículos partían desde Plaza San Martín, Plaza Grau, Schell en Miraflores, La Victoria, Javier Prado con Avenida Arenales, en la zona de San Isidro.
Treinta años más tarde, en 1980 se inauguró una pista de césped y un circuito cerrado de televisión.
Monterrico, fue hasta el momento, escenario de los mejores caballos peruanos y del continente, venido para tomar parte en competencias internacionales. Así mismo, cuna también de los mejores jinetes peruanos aún en actividad y látigos venidos desde el exterior.
Por estos días el Hipódromo de Monterrico se viste de gala. Luce el recuerdo pasado en sus instalaciones que son un orgullo con 37 palcos al servicio de sus socios y una tribuna capaz de albergar a 8 mil personas.
LA FIESTA DEL DOMINGO
Para celebrar los 50 años, la dirección del Jockey Club ofrecerá un programa de entretenciones para la familia y 12 competencias para los aficionados, destacando el clásico “Hipódromo de Monterrico” sobre un trayecto de 2.400 metros.
La prueba central la disputarán cinco ejemplares: Anunciata, Interoceánico, Spicer Boy, Zeide Isaac y Fifo.
Las preferencias de la afición hípica entendida esta por castaño, Interoceánico dirigido por Carlos Trujillo ganador como jinetes, en la versión, de esta misma competencia, el año pasado, dirigiendo al fina sangre Al Kadir.
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