México y Alemania también fueron los organizadores de un Mundial de Fútbol y Juegos Olímpicos en dos años.
Río de Janeiro será la tercera
ciudad en recibir la final del Mundial de fútbol y los Juegos
Olímpicos en un plazo de dos años, lo que convertirá a la urbe
brasileña en la capital mundial del deporte entre 2014 y 2016.
Hasta ahora, tan sólo han tenido ese honor la capital mexicana, que recibió los Juegos en 1968 y el Mundial de 1970, y la ciudad alemana de Múnich, con los Juegos de 1972 y el Mundial de 1974.
Estados Unidos también organizó al mismo tiempo el Mundial de 1994 y los Juegos Olímpicos de 1996 de Atlanta, pero la capital del estado de Georgia no fue una de las sedes mundialistas.
Los responsables de la candidatura olímpica de Río defendían que la ciudad brasileña es "olímpica por naturaleza" debido a la afición por el deporte de gran cantidad de sus vecinos, que siempre que sale un día de sol salen a correr a la playa y abarrotan las pistas para bicicletas y la canchas de voleibol y fútbol.
En los próximos siete años, Río ocupará un lugar privilegiado en el calendario deportivo mundial y tendrá la opción de exhibir este amor por el deporte.
Como aperitivo, la ciudad brasileña también va a acoger la quinta edición de los Juegos Mundiales Militares en 2011 y, casi con total seguridad, la Copa Confederaciones en 2013, aunque la FIFA aún no ha definido las sedes de este anticipo del Mundial.
El organismo rector del fútbol tampoco ha confirmado en qué estadios se jugará la final o el partido de apertura del Mundial, pero en Brasil se asume que el escenario reservado para el partido decisivo será el legendario estadio Maracaná, en el que todavía pesa la sombra de la victoria uruguaya en el Mundial de 1950.
El Maracaná deberá ser el corazón del Mundial de 2014 y, además, de los Juegos Olímpicos, puesto que va a recibir las ceremonias de apertura y clausura, al igual que hizo en 2007, en los Juegos Panamericanos.
En este aspecto, Río se separa de México, puesto que el estadio Azteca sí vio cómo Pelé levantaba el tercer trofeo mundial para los brasileños, pero dos años antes cedió las ceremonias olímpicas al estadio Olímpico Universitario.
El Olímpico de Múnich sí compartió ambos eventos. En 1972 recibió los partidos de fútbol, el atletismo y la ceremonia de apertura y, dos años después, la histórica victoria de la Alemania de Franz Beckenbauer y Gerd Müller sobre la Holanda de Johan Cruyff.
En cambio, el coliseo carioca será el primer estadio que acoja la apertura de los Juegos pero no las pruebas del atletismo, que tendrán como su casa el estadio João Havelange, conocido como "Engenhão" por los cariocas.
EFE
Hasta ahora, tan sólo han tenido ese honor la capital mexicana, que recibió los Juegos en 1968 y el Mundial de 1970, y la ciudad alemana de Múnich, con los Juegos de 1972 y el Mundial de 1974.
Estados Unidos también organizó al mismo tiempo el Mundial de 1994 y los Juegos Olímpicos de 1996 de Atlanta, pero la capital del estado de Georgia no fue una de las sedes mundialistas.
Los responsables de la candidatura olímpica de Río defendían que la ciudad brasileña es "olímpica por naturaleza" debido a la afición por el deporte de gran cantidad de sus vecinos, que siempre que sale un día de sol salen a correr a la playa y abarrotan las pistas para bicicletas y la canchas de voleibol y fútbol.
En los próximos siete años, Río ocupará un lugar privilegiado en el calendario deportivo mundial y tendrá la opción de exhibir este amor por el deporte.
Como aperitivo, la ciudad brasileña también va a acoger la quinta edición de los Juegos Mundiales Militares en 2011 y, casi con total seguridad, la Copa Confederaciones en 2013, aunque la FIFA aún no ha definido las sedes de este anticipo del Mundial.
El organismo rector del fútbol tampoco ha confirmado en qué estadios se jugará la final o el partido de apertura del Mundial, pero en Brasil se asume que el escenario reservado para el partido decisivo será el legendario estadio Maracaná, en el que todavía pesa la sombra de la victoria uruguaya en el Mundial de 1950.
El Maracaná deberá ser el corazón del Mundial de 2014 y, además, de los Juegos Olímpicos, puesto que va a recibir las ceremonias de apertura y clausura, al igual que hizo en 2007, en los Juegos Panamericanos.
En este aspecto, Río se separa de México, puesto que el estadio Azteca sí vio cómo Pelé levantaba el tercer trofeo mundial para los brasileños, pero dos años antes cedió las ceremonias olímpicas al estadio Olímpico Universitario.
El Olímpico de Múnich sí compartió ambos eventos. En 1972 recibió los partidos de fútbol, el atletismo y la ceremonia de apertura y, dos años después, la histórica victoria de la Alemania de Franz Beckenbauer y Gerd Müller sobre la Holanda de Johan Cruyff.
En cambio, el coliseo carioca será el primer estadio que acoja la apertura de los Juegos pero no las pruebas del atletismo, que tendrán como su casa el estadio João Havelange, conocido como "Engenhão" por los cariocas.
EFE
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