Autoridades informaron que no existe una "amenaza inminente" de que la marea negra que avanza por el Golfo de México sea arrastrada hacia el sur del estado.
Las autoridades de Florida informaron hoy de que no existe una "amenaza inminente" de que la marea negra que avanza por el Golfo de México sea arrastrada por la corriente marina hacia el sur del estado.
"La corriente del Golfo de México está lejos, al sur de la mancha negra de petróleo, y no hay una amenaza inminente de que el vertido sea absorbido por ésta", indicó el Departamento de Protección Medioambiental de Florida (DEP) en un comunicado.
No obstante, las autoridades de Florida "continúan con los preparativos para salvaguardar el litoral" de la marea negra de petróleo, originada en el Golfo de México por la explosión de la plataforma "Deepwater Horizon" el 20 de abril.
Una de las grandes preocupaciones de las autoridades es que la mancha negra de petróleo pueda dirigirse hacia el sur de Florida, arrastrada por la fuerte corriente del Golfo, lo que afectaría a los manglares, los lechos marinos y los arrecifes coralinos de los cayos del estado.
Varios expertos vaticinan que parte de la marea negra será absorbida al final por la rápida corriente marina del Golfo y empujada hacia el litoral sur de Florida, para alcanzar los cayos, donde quedaría depositada en forma de chapapote.
Con el objetivo de asegurar una respuesta eficaz y rápida ante esta catástrofe, las autoridades locales y estatales han establecido en St. Petersburg (costa oeste) un mando unificado entre la Guardia Costera estadounidense, el DEP y la empresa British Petroleum (BP, propietaria de la plataforma).
Se calcula que, debido al siniestro, cada día se mezcla con las aguas del Golfo el equivalente a unos 5.000 barriles diarios de crudo.
Actualmente, unos 36 kilómetros de barreras flotantes contra la mancha negra de petróleo se extienden a lo largo de la zona de Panhandle (extremo noroeste del estado), en Pensacola, y está previsto que se agreguen hoy otros diez kilómetros.
El DEP informó que tanto la industria pesquera, como la vida salvaje y el marisco de la costa floridana, "está segura y no hay, en estos momentos, ninguna alerta" en vigor.
El peligro de que esta materia tóxica acabe manchando el extremo sur de Florida y ascienda hacia las playas de Miami Beach y sureste del estado preocupa a residentes y empresarios del sector hostelero y turístico.
Por el momento, "los más de mil kilómetros de playas prístinas de Florida y zonas de pesca permanecen abiertos a los residentes y turistas", subrayó el DEP.
El sector turístico de Florida, uno de los principales del estado con ingresos de 65.000 millones de dólares, y la pesca serían los más perjudicado si el chapapote se depositara en las costas del estado.
Para los expertos, la amenaza del vertido para las costas y el ecosistema de Florida dependerá en gran parte de la cantidad de petróleo que se incorpore al la corriente del Golfo, que atraviesa los cayos y desemboca en la costa este.
Dentro del ecosistema, las zonas más vulnerables pueden ser los bosques de manglares de los cayos y el parque nacional y zona pantanosa de los Everglades.
-EFE
"La corriente del Golfo de México está lejos, al sur de la mancha negra de petróleo, y no hay una amenaza inminente de que el vertido sea absorbido por ésta", indicó el Departamento de Protección Medioambiental de Florida (DEP) en un comunicado.
No obstante, las autoridades de Florida "continúan con los preparativos para salvaguardar el litoral" de la marea negra de petróleo, originada en el Golfo de México por la explosión de la plataforma "Deepwater Horizon" el 20 de abril.
Una de las grandes preocupaciones de las autoridades es que la mancha negra de petróleo pueda dirigirse hacia el sur de Florida, arrastrada por la fuerte corriente del Golfo, lo que afectaría a los manglares, los lechos marinos y los arrecifes coralinos de los cayos del estado.
Varios expertos vaticinan que parte de la marea negra será absorbida al final por la rápida corriente marina del Golfo y empujada hacia el litoral sur de Florida, para alcanzar los cayos, donde quedaría depositada en forma de chapapote.
Con el objetivo de asegurar una respuesta eficaz y rápida ante esta catástrofe, las autoridades locales y estatales han establecido en St. Petersburg (costa oeste) un mando unificado entre la Guardia Costera estadounidense, el DEP y la empresa British Petroleum (BP, propietaria de la plataforma).
Se calcula que, debido al siniestro, cada día se mezcla con las aguas del Golfo el equivalente a unos 5.000 barriles diarios de crudo.
Actualmente, unos 36 kilómetros de barreras flotantes contra la mancha negra de petróleo se extienden a lo largo de la zona de Panhandle (extremo noroeste del estado), en Pensacola, y está previsto que se agreguen hoy otros diez kilómetros.
El DEP informó que tanto la industria pesquera, como la vida salvaje y el marisco de la costa floridana, "está segura y no hay, en estos momentos, ninguna alerta" en vigor.
El peligro de que esta materia tóxica acabe manchando el extremo sur de Florida y ascienda hacia las playas de Miami Beach y sureste del estado preocupa a residentes y empresarios del sector hostelero y turístico.
Por el momento, "los más de mil kilómetros de playas prístinas de Florida y zonas de pesca permanecen abiertos a los residentes y turistas", subrayó el DEP.
El sector turístico de Florida, uno de los principales del estado con ingresos de 65.000 millones de dólares, y la pesca serían los más perjudicado si el chapapote se depositara en las costas del estado.
Para los expertos, la amenaza del vertido para las costas y el ecosistema de Florida dependerá en gran parte de la cantidad de petróleo que se incorpore al la corriente del Golfo, que atraviesa los cayos y desemboca en la costa este.
Dentro del ecosistema, las zonas más vulnerables pueden ser los bosques de manglares de los cayos y el parque nacional y zona pantanosa de los Everglades.
-EFE
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