Cientos de personas también resultaron heridas, entre los que se encuentran dos ex ministros y líderes de la oposición, Cellou Dalein Diallo y Sidya Touré.
Al menos 157 personas han muerto a consecuencia de la represión policial contra la manifestación convocada ayer, lunes, en Conakry por la oposición de Guinea, informaron hoy emisoras regionales captadas en Dakar.
Según las emisoras, que citan fuentes de la oposición y grupos de defensa de los Derechos Humanos, 157 cadáveres se han contabilizado en los hospitales de Conakry, en su mayoría víctimas de disparos efectuados por las fuerzas de seguridad.
Un total de 87 cuerpos fueron recogidos en el estadio "28 de Septiembre", donde tuvo lugar a protesta hasta que las fuerzas de seguridad comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas y a disparar sobre los manifestantes.
El resto de fallecidos han resultado muertos debido a la actuación de la Policía y la Guardia Nacional en las calles de Conakry.
Cientos de personas también resultaron heridas, entre los que se encuentran dos ex ministros y líderes de la oposición, Cellou Dalein Diallo y Sidya Touré, cuyas casas fueron saqueadas por los militares.
Ambos opositores fueron llevados al campo militar Alpha Yaya Diallo, sede de la junta militar que gobierna Guinea desde el golpe de estado del pasado 23 de diciembre, y posteriormente fueron trasladados a una clínica, donde recibieron tratamiento médico.
Touré denunció hoy la brutalidad de la intervención policial, especialmente la ejercida por la Guardia Nacional, a la que acusó de comenzar a dispersar a los manifestantes con una "clara voluntad de eliminarlos".
El ex primer ministro François Fall, por su parte, denunció violaciones colectivas de mujeres por las fuerzas de seguridad, tanto en el recinto del estadio como en los cuarteles, lo que calificó "crimen contra la humanidad", por lo que pidió que se envíe a los responsables al Tribunal Penal Internacional.
En el mismo sentido, Moukhtar Diallo, líder de las Nuevas Fuerzas Democráticas, un pequeño grupo opositor, denunció en declaraciones a los periodistas la violación de mujeres por los efectivos de las fuerzas de seguridad en el recinto del estadio.
Cientos de manifestantes han sido detenidos por los servicios de seguridad que realizan patrullas por las cales de la capital, que ha recuperado con una relativa tranquilidad aunque permanezca la tensión en algunos barrios populares.
Por su parte, en una entrevista a la radio privada senegalesa RFM difundida hoy, el líder de la junta militar, el capitán Musa Dadis Camara culpó del derramamiento de sangre a los líderes opositores.
En especial, Camara apuntó al ex primer ministro Sidya Touré, del que dijo que no hizo caso de la orden del Ministerio del Interior que prohibía la manifestación.
Varias organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han condenado las acciones violentas de la Policía de Guinea y exigido una reacción urgente de la comunidad internacional.
Según el Encuentro Africano para la Defensa de los Derechos Humanos (RADDHO), con sede en Dakar, la crisis política de Guinea se ha originado por la voluntad de la junta militar de imponer la candidatura de Camara en las elecciones del próximo enero.
Una candidatura de Camara supondría el incumplimiento de su compromiso de devolver el poder a los civiles tras un año de transición, dijo a los medios de comunicación el vicepresidente de la RADDHO, Aboubacry Mbodj. EFE
Según las emisoras, que citan fuentes de la oposición y grupos de defensa de los Derechos Humanos, 157 cadáveres se han contabilizado en los hospitales de Conakry, en su mayoría víctimas de disparos efectuados por las fuerzas de seguridad.
Un total de 87 cuerpos fueron recogidos en el estadio "28 de Septiembre", donde tuvo lugar a protesta hasta que las fuerzas de seguridad comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas y a disparar sobre los manifestantes.
El resto de fallecidos han resultado muertos debido a la actuación de la Policía y la Guardia Nacional en las calles de Conakry.
Cientos de personas también resultaron heridas, entre los que se encuentran dos ex ministros y líderes de la oposición, Cellou Dalein Diallo y Sidya Touré, cuyas casas fueron saqueadas por los militares.
Ambos opositores fueron llevados al campo militar Alpha Yaya Diallo, sede de la junta militar que gobierna Guinea desde el golpe de estado del pasado 23 de diciembre, y posteriormente fueron trasladados a una clínica, donde recibieron tratamiento médico.
Touré denunció hoy la brutalidad de la intervención policial, especialmente la ejercida por la Guardia Nacional, a la que acusó de comenzar a dispersar a los manifestantes con una "clara voluntad de eliminarlos".
El ex primer ministro François Fall, por su parte, denunció violaciones colectivas de mujeres por las fuerzas de seguridad, tanto en el recinto del estadio como en los cuarteles, lo que calificó "crimen contra la humanidad", por lo que pidió que se envíe a los responsables al Tribunal Penal Internacional.
En el mismo sentido, Moukhtar Diallo, líder de las Nuevas Fuerzas Democráticas, un pequeño grupo opositor, denunció en declaraciones a los periodistas la violación de mujeres por los efectivos de las fuerzas de seguridad en el recinto del estadio.
Cientos de manifestantes han sido detenidos por los servicios de seguridad que realizan patrullas por las cales de la capital, que ha recuperado con una relativa tranquilidad aunque permanezca la tensión en algunos barrios populares.
Por su parte, en una entrevista a la radio privada senegalesa RFM difundida hoy, el líder de la junta militar, el capitán Musa Dadis Camara culpó del derramamiento de sangre a los líderes opositores.
En especial, Camara apuntó al ex primer ministro Sidya Touré, del que dijo que no hizo caso de la orden del Ministerio del Interior que prohibía la manifestación.
Varias organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han condenado las acciones violentas de la Policía de Guinea y exigido una reacción urgente de la comunidad internacional.
Según el Encuentro Africano para la Defensa de los Derechos Humanos (RADDHO), con sede en Dakar, la crisis política de Guinea se ha originado por la voluntad de la junta militar de imponer la candidatura de Camara en las elecciones del próximo enero.
Una candidatura de Camara supondría el incumplimiento de su compromiso de devolver el poder a los civiles tras un año de transición, dijo a los medios de comunicación el vicepresidente de la RADDHO, Aboubacry Mbodj. EFE
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