Testigos aseguran que uno de los trenes se saltó un semáforo en rojo y chocó contra el otro a gran velocidad. Ambos trenes a bordo unos 250 a 300 pasajeros.
El accidente se produjo a las 08H30 (07H30 GMT) cerca de Hal, en Flandes, en plena hora punta y bajo una caída de nieve, cuando un tren que iba de Lovaina a Braine-le-Comte chocó con otro que unía Quievrain y Lieja.
Ambos trenes llevaban a bordo unos 250 a 300 pasajeros, según la Sociedad Nacional de Ferrocarriles belga (SNCB).
Los socorristas retiraron los cuerpos de 15 hombres y tres mujeres, precisó por la noche Lodewijk De Witte, el gobernador de la provincia flamenca de Brabante.
De Witte subrayó que la identificación de las víctimas era "sumamente difícil" y que tomaría tal vez "más de 24 horas".
El accidente también dejó 162 heridos, de los cuales once están muy graves, agregó.
Un niño figura entre los heridos.
A raíz del accidente, el tráfico de los los trenes internacionales Eurostar y Thalys fue interrumpido en ambos sentidos entre Bruselas y los diferentes destinos, situación que debe prolongarse el martes.
"El choque fue espantoso, fue terrible", contó a la AFP Sylvie S., pasajera de uno de los trenes que resultó herida en un brazo.
Al parecer uno de los trenes se saltó un semáforo en rojo y chocó contra el otro a gran velocidad, indicó De Witte.
Las dos locomotoras se empotraron y los vagones volcaron. Se ha abierto una investigación para determinar las circunstancias del accidente.
Las operaciones de socorro terminaron al caer la noche sin que se haya descubierto nuevos cuerpos.
"Al parecer ya no hay más víctimas en los trenes", dijo una portavoz del centro de crisis, Anja De Wolf.
"Pero tal vez hay todavía cuerpos atrapados bajo los vagones", agregó.
La Cruz Roja belga lanzó un llamado para que se done sangre.
La emoción es enorme en el país, ya afectado recientemente, el pasado 27 de enero, por otra catástrofe: una explosión de gas que destrozó un edificio y dejó 14 muertos en Lieja.
El rey de Bélgica, Alberto II, interrumpió sus vacaciones en el sur de Francia y acudió al escenario de la tragedia al final de la tarde, acompañado del primer ministro Yves Leterme, que también interrumpió una visita oficial a Kosovo.
Ambos hombres permanecieron unos diez minutos en el lugar.
"Se aclarará las circunstancias del accidente", afirmó Leterme en una conferencia de prensa, agregando que era un "día horrible" para su país.
Se ha abierto una investigación para determinar las causas de la catástrofe.
La línea en la que ocurrió el choque está dotada de un sistema de seguridad que inmoviliza automáticamente a los trenes cuando la señal está en rojo.
Uno de los trenes accidentandos no estaba equipado con este sistema, reconoció Luc
Lallemand, un responsable de la red ferroviaria belga.
Interrogado sobre si el accidente hubiera sido evitados si ambos trenes hubieran contado con el sistema de frenado automático, Lallemand dijo "sí".
Este sistema será instalado en toda la red y los trenes antes de 2013.
Los trenes accidentados no serán retirados de la vía sino en dos o tres días para facilitar la investigación, precisó la fiscalía de Bruselas.
El presidente de la Comisión Europea y el presidente del Parlamento europeo, José Manuel Barroso y Jerzy Buzek respectivamente, dieron su pésame a las autoridades belgas.
- AFP
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