Más de la mitad de los fallecidos, 19, son menores, que perdieron la vida golpeados por árboles derribados por el vendaval, electrocutados, sepultados por desprendimientos de tierra o ahogados.
Al menos 35 personas murieron y 34 siguen desaparecidas, en Filipinas, por los efectos del tifón "Nesat", que afectó a cerca de medio millón de personas al norte del archipiélago, indicaron fuentes oficiales.
Las últimas víctimas registradas por el Centro Nacional de Prevención de Desastres son un niño de dos años de los suburbios de Manila y dos hombres de 45 y 72 años residentes en provincias cercanas, los tres ahogados.
Más de la mitad de los fallecidos, 19, son menores, que perdieron la vida golpeados por árboles derribados por el vendaval, electrocutados, sepultados por desprendimientos de tierra o ahogados.
Los servicios de salvamento, que han rescatado a 115 personas, trabajan a destajo para hallar con vida a algunos de los 45 desaparecidos, 12 de ellos pescadores que salieron a faenar en la provincia oriental de Camarines Norte.
El tifón, que arrastró vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y rachas de hasta 170 kilómetros por hora, abandonó ayer el país hacia el Mar de China Meridional.
Según las autoridades, 489.849 personas se vieron afectadas por el tifón, de las que 168.000 siguen siendo atendidas en los centros de evacuación provistos por Gobierno.
El paso de "Nesat" ha ocasionado daños cifrados en al menos 1.147 millones de pesos (62,9 millones de euros o 85,7 millones de dólares) por los destrozos en los cultivos y las infraestructuras.
En la capital, Manila, que sufrió fuertes inundaciones, ya se ha recuperado la normalidad en los centros de trabajo, aunque los servicios de limpieza siguen retirando escombros y troncos derribados por el vendaval.
La llegada de "Nesat" agitó el fantasma de la tragedia causada hace dos años por la tormenta tropical "Ketsana" y el tifón "Parma", que arrasaron el tercio norte del país y dejaron a su paso más de mil muertos y cuantiosos daños en las infraestructuras por las peores inundaciones en cuatro décadas.
Entre 15 y 20 tifones visitan Filipinas cada año durante la estación lluviosa que, por lo general, comienza en mayo y concluye en noviembre.
Los expertos de las agencias internacionales identifican el chabolismo como el principal factor del gran número de víctimas que causan en Filipinas los desastres naturales y que evidencian el mal estado de las infraestructuras. EFE
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