En la pequeña isla, Robinson Crusoe, viven cerca de 600 habitantes. La serie de marejadas también provocaron graves daños de infraestructura.
Al menos cinco habitantes de la pequeña isla chilena Robinson Crusoe, en medio del océano Pacífico, murieron mientras que otros 11 están desaparecidos por el tsunami que azotó sus costas este sábado tras el terremoto de 8,8 grados en el centro-sur de Chile, confirmaron las autoridades.
Iván de la Masa, gobernador de Valparaíso, la ciudad más cercana a la isla, a unos 700 km en medio del océano Pacífico, confirmó que tras una serie de olas gigantes cinco personas murieron y otras 11 están desaparecidas.
La pequeña isla, de unos 600 habitantes y que inspiró al narrador inglés Daniel Defoe para escribir su novela "Robinson Crusoe" en 1729, basada en la historia de un marinero escocés abandonado allí en completa soledad en 1704 y rescatado cuatro años después, vio sus costas arrasadas.
En el tranquilo poblado, parte del archipiélago de Juan Fernández, no se sintió el potente sismo, -que dejó unos 214 muertos en todo Chile-, aunque un tren de olas golpeó a la Bahía Cumberland, arrasando unos tres kilómetros, según el relato de Fernando Avaria, piloto de avionetas que frecuentemente vuela a la isla.
"Todo lo que había a tres kilómetros desapareció", relató Avaria a Televisión Nacional de Chile, luego de lograr comunicarse con la isla.
En el lugar arrasado se situaban unas tres hosterías, la sede del municipio y varias oficinas de servicios.
De acuerdo al relato de Avaria no se trató de una gran ola, sino que de una serie de marejadas que fueron aumentando de intensidad, lo que alertó a la población, que huyó a los sectores altos.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció el inmediato el envío de ayuda a la zona.
Desde hace varios días se encuentra en la isla una decena de arqueólogos submarinos franceses, había indicado hace 24 horas el responsable del grupo a la AFP, cuyos intentos el sábado por comunicarse con ellos resultaron infructuosos.
Los científicos llevaban a cabo desde hace unos días, conjuntamente con un grupo de arqueólogos chilenos, investigaciones en la bahía Cumberland de Robinson Crusoe para encontrar los vestigios de un navio español de tres mástiles del siglo XVII, el San Martín, había precisado desde la isla el responsable del grupo francés, Arnaud Cazenave.
En octubre de 2005, la tranquilidad de la isla se vio alterada por el anuncio del hallazgo de un enorme tesoro que habría sido enterrado por piratas, a través de un pequeño robot capaz de detectar metales.
La fortuna -compuesta de unas 800 toneladas de oro, plata y joyas por valor de 10.000 millones de dólares- habría sido enterrada hace tres siglos por navegantes españoles e ingleses, pero todavía no se han llevado a cabo excavaciones para encontrarla.
AFP
Iván de la Masa, gobernador de Valparaíso, la ciudad más cercana a la isla, a unos 700 km en medio del océano Pacífico, confirmó que tras una serie de olas gigantes cinco personas murieron y otras 11 están desaparecidas.
La pequeña isla, de unos 600 habitantes y que inspiró al narrador inglés Daniel Defoe para escribir su novela "Robinson Crusoe" en 1729, basada en la historia de un marinero escocés abandonado allí en completa soledad en 1704 y rescatado cuatro años después, vio sus costas arrasadas.
En el tranquilo poblado, parte del archipiélago de Juan Fernández, no se sintió el potente sismo, -que dejó unos 214 muertos en todo Chile-, aunque un tren de olas golpeó a la Bahía Cumberland, arrasando unos tres kilómetros, según el relato de Fernando Avaria, piloto de avionetas que frecuentemente vuela a la isla.
"Todo lo que había a tres kilómetros desapareció", relató Avaria a Televisión Nacional de Chile, luego de lograr comunicarse con la isla.
En el lugar arrasado se situaban unas tres hosterías, la sede del municipio y varias oficinas de servicios.
De acuerdo al relato de Avaria no se trató de una gran ola, sino que de una serie de marejadas que fueron aumentando de intensidad, lo que alertó a la población, que huyó a los sectores altos.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció el inmediato el envío de ayuda a la zona.
Desde hace varios días se encuentra en la isla una decena de arqueólogos submarinos franceses, había indicado hace 24 horas el responsable del grupo a la AFP, cuyos intentos el sábado por comunicarse con ellos resultaron infructuosos.
Los científicos llevaban a cabo desde hace unos días, conjuntamente con un grupo de arqueólogos chilenos, investigaciones en la bahía Cumberland de Robinson Crusoe para encontrar los vestigios de un navio español de tres mástiles del siglo XVII, el San Martín, había precisado desde la isla el responsable del grupo francés, Arnaud Cazenave.
En octubre de 2005, la tranquilidad de la isla se vio alterada por el anuncio del hallazgo de un enorme tesoro que habría sido enterrado por piratas, a través de un pequeño robot capaz de detectar metales.
La fortuna -compuesta de unas 800 toneladas de oro, plata y joyas por valor de 10.000 millones de dólares- habría sido enterrada hace tres siglos por navegantes españoles e ingleses, pero todavía no se han llevado a cabo excavaciones para encontrarla.
AFP
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