´Sabemos que también tienen dificultades para reclutar a kamikazes debido al refuerzo de medidas de seguridad en la frontera con Siria´, señaló representante del Estado Islámico de Irak.
Al Qaida tiene dificultades para reclutar a voluntarios en Irak para cometer ataques suicidas y otros tipos de atentados, afirmó el domingo el ejército estadounidense, apenas unas horas después de que el movimiento yihadista confirmara la muerte de sus dos jefes.
El general Ralph Baker, un militar de alto rango en Bagdad, afirmó que nadie podía negar que la muerte el 18 abril del jefe político de Al Qaida en Irak Abu Omar al Badgagi y de su jefe militar Abu Ayub al Masri, que tenían vínculos directos con Osama Bin Laden, ha supuesto una "decapitación" del movimiento.
Según el centro estadounidense de vigilancia de los sitios de internet islamistas SITE, el Estado islámico de Irak, una agrupación de organizaciones rebeldes creada en 2006 y afiliada a Al Qaida, confirmó la muerte durante un bombardeo en el norte de Bagdad, pero aseguró que una nueva generación estaba lista para tomar el relevo.
El "ministro de la Sharia" del Estado islámico de Irak, "Abu al Walid Abdel Wahab al Mashadani anuncia que los dos dirigentes asistían a una reunión cuando las fuerzas del enemigo abrieron las hostilidades", señaló SITE.
"Si Alá hubiera querido que los dos jeques murieran en ese momento, que sepan que han dejado detrás suya a una generación excepcional", añadió.
Si en el pasado Al Qaida probó su capacidad para recomponerse tras un revés, como ocurrió tras la muerte de su primer jefe, el jordano Abu Musab al Zarqaui en 2006, el general Baker estima que hoy la organización se encuentra en una situación mucho más débil y que le resultará complica de regenerarse, después de las centenares de detenciones de miembros de la red de los últimos meses.
"Cuando murió Zarqaui, otro tomó su lugar en seguida, pero ahora creemos que hay menos dirigentes de Al Qaida carismáticos y curtidos en condiciones de tomar las riendas de Al Qaida como en el pasado, dijo a los periodistas.
Desde enero, los servicios de seguridad y de información iraquíes, con el apoyo estadounidense, han capturado a 404 miembros de Al Qaida incluido a "decenas de mandos intermedios y superiores", reveló el general.
"Pero no es sólo en el seno de su dirección que Al Qaida tendría problemas para encontrar sustitutos.
"Nuestros servicios han conseguido informaciones y las direcciones de aquellos que van a remplazar a los dirigentes (muertos)", declaró por su parte en la televisión pública Yassine Majid, consejero del primer ministro saliente Nuri al Maliki.
"En los próximos días, asistiréis a un nuevo golpe contra Al Qaida que afectará su capacidad de ataque".
Mientras, una serie de ataques con coche bombas y otros atentados han dejado 54 muertos y 201 heridos en Bagdad el domingo.
El general Baker reconoció que los ataques eran obra de Al Qaida pero mantuvo que la violencia había disminuido claramente.
AFP
El general Ralph Baker, un militar de alto rango en Bagdad, afirmó que nadie podía negar que la muerte el 18 abril del jefe político de Al Qaida en Irak Abu Omar al Badgagi y de su jefe militar Abu Ayub al Masri, que tenían vínculos directos con Osama Bin Laden, ha supuesto una "decapitación" del movimiento.
Según el centro estadounidense de vigilancia de los sitios de internet islamistas SITE, el Estado islámico de Irak, una agrupación de organizaciones rebeldes creada en 2006 y afiliada a Al Qaida, confirmó la muerte durante un bombardeo en el norte de Bagdad, pero aseguró que una nueva generación estaba lista para tomar el relevo.
El "ministro de la Sharia" del Estado islámico de Irak, "Abu al Walid Abdel Wahab al Mashadani anuncia que los dos dirigentes asistían a una reunión cuando las fuerzas del enemigo abrieron las hostilidades", señaló SITE.
"Si Alá hubiera querido que los dos jeques murieran en ese momento, que sepan que han dejado detrás suya a una generación excepcional", añadió.
Si en el pasado Al Qaida probó su capacidad para recomponerse tras un revés, como ocurrió tras la muerte de su primer jefe, el jordano Abu Musab al Zarqaui en 2006, el general Baker estima que hoy la organización se encuentra en una situación mucho más débil y que le resultará complica de regenerarse, después de las centenares de detenciones de miembros de la red de los últimos meses.
"Cuando murió Zarqaui, otro tomó su lugar en seguida, pero ahora creemos que hay menos dirigentes de Al Qaida carismáticos y curtidos en condiciones de tomar las riendas de Al Qaida como en el pasado, dijo a los periodistas.
Desde enero, los servicios de seguridad y de información iraquíes, con el apoyo estadounidense, han capturado a 404 miembros de Al Qaida incluido a "decenas de mandos intermedios y superiores", reveló el general.
"Pero no es sólo en el seno de su dirección que Al Qaida tendría problemas para encontrar sustitutos.
"Nuestros servicios han conseguido informaciones y las direcciones de aquellos que van a remplazar a los dirigentes (muertos)", declaró por su parte en la televisión pública Yassine Majid, consejero del primer ministro saliente Nuri al Maliki.
"En los próximos días, asistiréis a un nuevo golpe contra Al Qaida que afectará su capacidad de ataque".
Mientras, una serie de ataques con coche bombas y otros atentados han dejado 54 muertos y 201 heridos en Bagdad el domingo.
El general Baker reconoció que los ataques eran obra de Al Qaida pero mantuvo que la violencia había disminuido claramente.
AFP
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