La Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (Ailac) reclama "el reconocimiento explícito" en el acuerdo "de la vulnerabilidad" de los países de la región al cambio climático.
América Latina, fuertemente expuesta a las consecuencias del calentamiento global, está activamente involucrada en las negociaciones de París sobre el clima (COP21) y muestra menos fracturas ideológicas que en negociaciones anteriores, destacan analistas.
La CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) presentó esta semana una posición común ante el foro de ministros de los 195 países que participan en las negociaciones de Le Bourget, al norte de París.
Las coincidencias se dan en torno a reclamos de fondos y tecnología para enfrentar el cambio climático. También se desprende un amplio consenso para implementar políticas que contengan el aumento de las temperaturas globales en 1,5º respecto a la era preindustrial y no en 2º, como proponen países petroleros como Arabia Saudita y potencias emergentes como India.
La Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (Ailac), formada por Colombia, Chile, Perú, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Honduras y Paraguay, reclama "el reconocimiento explícito" en el acuerdo "de la vulnerabilidad de los países de América Latina al cambio climático".
RIESGO DE "EL NIÑO PERMANENTE"
México, pese a su condición de productor de hidrocarburos, está dispuesto a aceptar el tope de 1.5º, y se unió a una coalición de cien países, entre ellos los de la Unión Europea y varios Estados insulares, que aboga por un "acuerdo climático ambicioso".
Para México es un "imperativo moral" salvar a las islas directamente amenazadas por la elevación del nivel de los océanos, dijo a la AFP el subsecretario de Planeación y Política Ambiental de México, Rodolfo Lacy.
Una solidaridad que tiene que ver también con la propia experiencia.
"Ahora, con menos de 1º de aumento de las temperaturas, México enfrenta huracanes cada vez más complejos. Con un aumento de 2º, sería una situación de El Niño permanente", advierte.
El fenómeno El Niño produce un calentamiento en las temperaturas del Pacífico ecuatorial y puede causar fuertes lluvias e inundaciones en la costa oeste de Sudamérica y sequías en América Central.
¿EL OCASO DEL ALBA?
Los gobiernos de izquierda que forman parte del ALBA, entre ellos Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, reiteraron en París sus denuncias del capitalismo como gran causante de los trastornos climáticos, aunque con perfil más bajo que en Copenhague en 2009, coinciden los observadores.
Muchas cosas han cambiado en efecto desde aquella fracasada cumbre. Así, por ejemplo, los dos principales contaminadores del planeta, Estados Unidos y China, se han sumado a las discusiones.
"Hay una emergencia climática. Es difícil ideologizar algo así", sostiene Lacy, que hace notar que países como Venezuela, Bolivia o Ecuador, más allá de sus posturas ideológicas, defienden intereses de países productores de hidrocarburos, que se verían afectados en caso de una reconversión rápida a una economía verde.
El hemisferio enfrenta además un reflujo de la ola de izquierda en sus distintas variantes que predominó durante casi dos décadas.
La presidenta Cristina Kirchner entregó el mando este jueves al liberal Mauricio Macri en Argentina, el chavismo sufrió una dura derrota en las legislativas venezolanas y en Brasil, la presidenta Dilma Rousseff, amenazada por un juicio de destitución, ostenta tasas récord de impopularidad en medio de la recesión económica.
El emisario de Macri en la COP, Juan Carlos Villalonga, se apersonó en París dos días antes del cambio de mando en Buenos Aires y adelantó que bajaría "los decibeles" a las objeciones argentinas a un acuerdo que obligue al mundo a reducir las emisiones contaminantes.
LAS "OPORTUNIDADES" DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Los países del AILAC, identificados con economías de tipo liberal, sumaron en esta conferencia a Honduras, que había pertenecido al ALBA. Pero muchos de sus reclamos coinciden con los que tradicionalmente se identificaban con posiciones progresistas, como "la inclusión de los Derechos Humanos y de género en el Acuerdo".
El AILAC se distingue en cambio por buscar "aprovechar las oportunidades del cambio climático", dijo Soledad Aguilar, directora de la especialización de cambio climático en la sede argentina de la FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
Esos países, golpeados por El Niño, podrían encontrar esas "oportunidades" en los financiamientos a los que daría lugar un acuerdo, a través de inversiones y tecnologías, precisó la investigadora en una entrevista telefónica.
El ministro ecuatoriano de Medio Ambiente, Daniel Ortega, no rechaza esas perspectivas. "La CELAC presentó su posición (...) y ahora cada grupo y subgrupo están tratando de acercarse más a sus intereses y eso es normal", dijo a la AFP.
Pero "siempre existe una visión común, independientemente de los bloques internos", por ejemplo en la limitación del aumento de la temperatura a 1,5º, y "eso va a levantar la ambición propia y de otros, pero también (la posibilidad de) recursos económicos", agregó.
Andina
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