El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, realizó una visita a un mercado de pescado en Perú para escenificar el apoyo de su país a los productores locales y denunciar la pesca ilegal por parte de embarcaciones de otros países.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, denunció este viernes la pesca ilegal en el Océano Pacífico durante una visita a un mercado de pescado en Perú, un país famoso por sus ceviches.
"Uno de los grandes desafíos que vemos aquí en Perú, pero también en muchos países del mundo, es el problema de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada", afirmó el secretario de Estado después de recorrer el mercado pesquero artesanal de Chorrillos, un distrito costero de Lima.
"Este es un desafío creciente y algo que no está recibiendo la atención que merece", dijo, y agregó que la pesca ilegal causa un importante daño económico y ambiental.
La pesca artesanal contribuye significativamente a la economía de Perú, donde emplea al menos a 67 000 pescadores y aporta alrededor de 1 500 millones de dólares al PIB del país, según cifras oficiales.
Blinken dijo que Estados Unidos está comprometido a combatir la pesca ilegal, y en ese sentido anunció el otorgamiento de una ayuda de 18,2 millones de dólares para Perú y Ecuador, en el marco de un programa denominado "Por la Pesca".
Este proyecto es un esfuerzo conjunto de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que contribuye con 5,7 millones de dólares, y la fundación filantrópica Walton Family Foundation (WFF), que aporta 12,5 millones, según un comunicado del Departamento de Estado.
La ejecución de "Por la Pesca" estará en manos de una coalición de oenegés lideradas por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
Estados Unidos considera las costas de América Latina y el Caribe como "prioritarias" en virtud de la ley de seguridad marítima y de pesca. Recientemente, USAID y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) firmaron un acuerdo de cinco años para trabajar con los gobiernos de Perú, Ecuador y Colombia para combatir la pesca ilegal en la región.
Barcos de China, Rusia, Japón
En la mañana nublada y fresca, la visita de Blinken a la caleta de Chorrillos no pasó desapercibida.
No solo conversó con pescadores preocupados por su futuro y con vendedores orgullosos de mostrarle la pesca del día. También probó un sándwich de pejerrey, un desayuno típico del lugar, que consideró "una excelente manera de comenzar el día".
"Les recomiendo mucho, si necesitan almorzar o cenar, este es el lugar", comentó a periodistas.
Blinken no dijo una palabra de China, pero el gigante asiático, acusado regularmente de enviar flotas a pescar lejos de sus costas, estaba en la mente de todos.
Varios pescadores artesanales consultados por la AFP señalaron la amenaza que supone la pesca de China, pero también de otros países.
"En la pesca ilegal intervienen embarcaciones industriales y barcos de bandera extranjera", afirmó Ricardo Laos, presidente de la Asociación José Silverio Olaya Balandra de Pescadores Artesanales de la Caleta de Chorrillos, mencionando barcos chinos, rusos y japoneses "que ingresan por el norte del país".
"Y las consecuencias son estas: una pesca muy pobre, casi no hay pesca", aseguró, tras conversar con Blinken sobre el tema.
Gina Espichán, una vendedora de ceviches y madre de cinco hijos, se lamentó de que su marido, pescador, haya tenido que volverse cocinero para sobrevivir.
"La pesca bajó mucho", dijo a la AFP tras servirle el sándwich de pejerrey a Blinken. "Los barcos grandes depredan y casi todos los días los pescadores están aquí mirándose las caras".
(AFP)
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