Los incendios han obligado a las autoridades a decretar el estado de emergencia en siete de las 83 entidades que conforman la Federación Rusa.
El número de muertos en los incendios forestales que afectan a numerosas regiones de Rusia, y que han devastado centenares de miles de hectáreas de bosque, asciende ya a 50, informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia.
"Durante labores de desescombro de casas quemadas a finales de la semana pasada en la región de Nizhni Nóvgorod fue hallado el cuerpo de una víctima. Otra persona murió en un hospital de la región de Voronezh", dijo un portavoz de Emergencia citado por la agencia Interfax.
Añadió que con estas dos nuevas víctimas se eleva 50 el número de muertos causado por los incendios forestales, que han obligado a las autoridades a decretar el estado de emergencia en siete de las 83 entidades que conforman la Federación Rusa.
En la víspera, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, ordenó reforzar la seguridad de los centros nucleares, bases militares e instalaciones estratégicas en la parte europea del país, la más castigada por el fuego.
Debido a la gravedad de la situación, el jefe del Kremlin interrumpió sus vacaciones para presidir en una reunión del Consejo de Seguridad dedicada a la protección de las instalaciones estratégicas del país.
Medvédev destituyó a varios altos cargos de la Armada por el incendio que la semana pasada arrasó numerosas instalaciones y almacenes de una base naval situada en Kolomna, en las afueras de Moscú.
Además, advirtió de que, una vez que los incendios forestales sean sofocados, pedirá cuentas a los gobernadores y al Gobierno de sus actuaciones durante la emergencia.
De otro lado, el humo acre de los incendios forestales comenzó este jueves a disiparse en la capital rusa, pero la canícula no daba signos de tregua con temperaturas de 27 grados Celsius por la mañana.
A las 07H00 locales (04H00 GMT) se respiraba más fácilmente en las calles de Moscú y el olor a quemado era menos fuerte que la víspera.
La visibilidad en las autopistas era suficiente, así como en los aeropuertos que funcionaban normalmente, indicó la agencia Interfax.
Un viento cálido desparramó el miércoles el humo acre de los incendios forestales del oeste de Rusia por toda la capital, hasta en el metro.
"En ciertas estaciones de los trenes subterráneos los conductores no lograban ver los últimos vagones de las formaciones", señala el periódico Komsomolskaia Pravda.
En las calles, varios transeúntes llevaban máscaras para protegerse, otros se cubrían la boca y nariz con pañuelos húmedos.
El verano 2010 debería batir todos los récord de temperatura en Moscú desde que se comenzó a llevar un registro hace 130 años, indicaron los servicios meteorológicos.
Un máximo histórico ya se alcanzó la semana pasada con 38,2 grados Celsius en la capital, pero podría ser superado en los próximos días, según la misma fuente.
Con información de EFE y AFP
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