Los investigadores explicaron que si bien “hay muchos planetas de la zona habitable de agua líquida", solo Kepler-452b tiene un tamaña similar a la Tierra.
(Agencia N+1 / Víctor Román). En las últimas décadas, los astrónomos han detectado cientos de exoplanetas. Algunos de ellos tienen ciertas características que los hacen potenciales candidatos a ser habitables. Sin embargo, de acuerdo a una investigación publicada en Science Advances, ninguno de ellos tiene las posibilidades que tiene Kepler-452b de alberga vida tal y como la conocemos.
"Hay muchos planetas dentro de la zona habitable de agua líquida. Sin embargo, resulta que solo hay un planeta cercano al tamaño de la Tierra que se encuentra definitivamente dentro de la zona habitable y la zona [amigable con los rayos UV]: Kepler-452b ", dijo el líder del estudio Paul Rimmer, investigador postdoctoral de la Universidad de Cambridge.
Tal y como lo señala Rimme, Kepler-452b es un planeta rocoso que no solo se encuentra en la zona de habitabilidad de su estrella (no está ni tan lejos, ni tan cerca y por lo tanto podría tener agua líquida en su superficie), sino que también está lo suficientemente lejos como para que la radiación UV de su estrella no mate la vida posible.
Primero la qúimica, luego el espacio
Los investigadores hicieron su descubrimiento, no observando el espacio, sino examinando los bloques de construcción de la vida acá en la Tierra. Los orígenes del nuevo estudio provienen de un trabajo del 2015 que examina lo que sucedería cuando los meteoritos cargados de carbono golpeen la atmósfera de la joven Tierra.
Los científicos creen que cuando el carbono de los meteoritos reaccionó con el nitrógeno de la atmósfera de la Tierra, una lluvia de cianuro de hidrógeno cayó a la superficie. Una serie de reacciones químicas, impulsadas por la luz ultravioleta del sol, crearon los componentes básicos del ARN, un elemento esencial para la vida.
El equipo de Rimmer quería ver qué tan rápido sucederían estas reacciones químicas. Usando lámparas UV en un laboratorio, irradiaron cianuro de hidrógeno e iones de hidrogenosulfito en agua, un método conocido como "química ligera". Incluso intentaron ejecutar el mismo experimento en la oscuridad, sin el beneficio de la luz UV. Las reacciones químicas en la oscuridad se conocen como "química oscura".
"Hay química que ocurre en la oscuridad: es más lenta que la química que ocurre en la luz, pero está ahí", dijo el coautor Didier Queloz del Laboratorio Cavendish en un comunicado. "Queríamos ver cuánta luz tomaría para que la química ligera gane sobre la química oscura", añade.
La luz ultravioleta
Los investigadores descubrieron que, en la oscuridad, se producía un compuesto inerte, uno que no podía usarse para forjar los componentes básicos de la vida. Pero que sí se formaban bajo la luz ultravioleta. Con esta información, pasaron a observar las estrellas. Buscaron información sobre la luz ultravioleta producida por diferentes estrellas y cuánta luz caería sobre los planetas que las orbitan.
"Comparamos la luz ultravioleta de las estrellas con la cantidad de luz ultravioleta necesaria para que la química ligera gane", dijo Rimmer. Añadió que los ganadores tendían a ser estrellas cálidas y calientes. Las más frías, como las enanas rojas orbitadas por los planetas Proxima Centauri y Ross 128b, necesitarían explosiones para producir suficiente química UV, pero no tan fuertes como para aniquilar la vida en la superficie. Hasta ahora, solo un planeta parece ajustarse a los criterios de la luz ultravioleta y la habitabilidad: Kepler-452b.
Sin embargo, Rimmer advirtió que la búsqueda apenas está comenzando. La búsqueda de vida fuera de la Tierra necesita de más observaciones para conocer a detalle la composición de los exoplanetas. Afortunadamente el telescopio espacial TESS ha sido lanzado hace poco y comenzará a escanear el cielo en busca de más pistas.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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