La nave espacial obtuvo la instantánea cuando fotografiaba al asteriode Bennu. La fotografía se obtuvo con una exposición de 5 segundos.
(Agencia N+1 / María Cervantes) La nave espacial OSIRIS-REx ha enviado una nueva toma que logró capturar la Tierra y la Luna, el asteroide Bennu y el cielo estrellado, informa el sitio web de la misión.
La estación interplanetaria automática OSIRIS-REx fue lanzada al espacio con el cohete portador Atlas V en septiermbre de 2016. El objetivo principal de la misión es el asteroide (101955) Bennu, un cuerpo de carbono de la clase espectral B y parte del grupo Apolo, al que estudiará durante unos siete años. Cuando la nave espacial se acercó al asteroide, aparecieron por primera vez los indicios de la forma del asteroide, y luego los detalles de su superficie. El estudio de estos objetos puede dar información importante acerca de la formación y evolución del sistema solar.
Después de llegar a Bennu el 3 de diciembre, OSIRIS-REx comenzó a estudiar la composición del suelo del asteroide utilizando sus espectrómetros, que descubrieron que en el pasado los minerales que conformaban Bennu pudieron interactuar con agua líquida, y también determinó la masa, la densidad y el volumen aproximados del asteroide.
El 31 de diciembre de 2018, OSIRIS-REx entró en órbita alrededor del asteroide Bennu y batió un récord: ninguna estación interplanetaria automática ha trabajado en una órbita tan cercana a la superficie de un cuerpo celeste tan pequeño.
Ocurrió el mes pasado
El 19 de diciembre, la estación, utilizando una de sus cámaras de navegación, NavCam 1, obtuvo una instantánea con una exposición de 5 segundos, de Bennu, la Tierra y la Luna. En el momento de la toma, la Tierra y la Luna estaban ubicadas a una distancia de 114 millones de kilómetros del dispositivo y se pueden ver en la esquina inferior izquierda de la foto. Bennu está ubicado en el lado derecho de la foto, la distancia a la misma era de 43 kilómetros. En la parte inferior derecha de la foto hay estrellas de la constelación Hydra.
Las actividades científicas de la misión se reanudarán a fines de febrero de 2019, la estación realizará una serie de sobrevuelos cercanos durante varios meses para mapear la superficie del asteroide y obtener imágenes detalladas para seleccionar la ubicación del terreno. En 2020, después de estudiar el asteroide, OSIRIS-REx recolectará una muestra de suelo con la ayuda de un manipulador especial.
Después, en marzo de 2021 la nave espacial volverá. Se espera que OSIRIS-REx deje caer una cápsula con la muestra a la Tierra en septiembre de 2023.
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