Parlamento australiano aprobó una norma que retira de las cajetillas el nombre de la marca de cigarro. Empresas tabacaleras anunciaron que acudirán a los tribunales para eliminar norma.
El Parlamento australiano aprobó una ley que elimina la última forma de publicidad del tabaco al regular la venta de los cigarrillos en cajetillas homogéneas de color verde oliva y con logotipos uniformes.
Las advertencias sobre los riesgos del tabaquismo para la salud deberán ocupar el 75 por ciento de la parte frontal y el 90 por ciento de la posterior de los paquetes, según la polémica normativa, que entrará en vigor en diciembre de 2012.
La ministra australiana de Salud, Nicola Roxon, dijo que la medida remueve la última forma de publicidad de los cigarrillos y además pone a Australia como líder mundial en la lucha contra el tabaquismo, según la agencia local de noticias AAP.
En los años 90, Australia prohibió la publicidad del tabaco en cualquier medio de comunicación y soporte, así como el patrocinio de todo tipo de evento.
El presente proyecto de ley fue aprobado el 10 de noviembre por el Senado australiano pero, al tener algunas enmiendas respecto a la entrada en vigor de las medidas, fue devuelto a la Cámara Baja para su aprobación.
Tabacaleras acuden a los tribunales
La Tabacalera Británico Americana de Australia ha confirmado que llevará a los tribunales la ley al considerarla inconstitucional por retirar de las cajetillas el nombre de la marca y alterar la propiedad intelectual sin pagar una indemnización.
Por su lado, la filial de la tabacalera estadounidense Philip Morris entregó un aviso al Ejecutivo de Camberra comunicándole que somete el caso al arbitraje internacional, según un comunicado de la empresa citado hoy por la AAP.
"No nos han dejado otra opción", señaló hoy Philip Morris Asia, que argumenta que la ley contraviene un tratado bilateral de protección de inversiones con Hong Kong, desde donde exporta sus productos a Australia.
Philip Morris también busca que se derogue la ley y una indemnización por las eventuales pérdidas por sus marcas registradas y de sus inversiones en Australia.
"El Gobierno ha aprobado una ley sin ser capaz de demostrar que se reducirá efectivamente el tabaquismo e ignorando las preocupaciones en Australia y en el mundo sobre las serias consecuencias legales", acotó la tabacalera.
Unos 15.000 australianos mueren cada año a causa de dolencias relacionadas con el tabaquismo, un hábito que según fuentes oficiales cuesta cada año a la arcas de Estado australiano unos 31.871 millones de dólares.
La ley deberá obtener la aprobación real de la gobernadora general de Australia, Quentin Bryce, al ser la reina Isabel II de Inglaterra la jefa de Estado de Australia, aunque se trata de un requisito meramente protocolario.
EFE
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