Durante Cumbre de la FAO afirmó que "éste es el momento de una respuesta contracíclica social global, en la cual el combate contra el hambre sea prioritario".
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pidió hoy durante la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria que se celebra en Roma que las medidas implementadas para luchar contra la crisis económica sean también aplicadas para afrontar la erradicación del hambre.
"Así como el mundo fue capaz de gastar trillones de dólares para evitar el desplome económico, ahora es necesario un esfuerzo similar para evitar un desplome social", dijo Bachelet en la primera jornada del encuentro, que se celebra en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
"Y la dimensión más grave, importante y urgente de este desplome social es el hambre. Por primera vez en su historia, la humanidad tiene más de mil millones de personas en situación de hambre, 53 millones de ellos en América Latina", añadió.
Según Bachelet, esta situación podría empeorar si consideramos que, en los próximos 40 años, "la demanda de alimentos se duplicará por efecto combinado del aumento de la población, de los ingresos y de la urbanización".
En su discurso en el plenario de la cumbre, que inauguró el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, la presidenta chilena se refirió a la actual crisis económica, la más grave desde 1929, y propiciada, según ella, por la "codicia y la irresponsabilidad de unos pocos".
"Tenemos que actuar. Las crisis económicas producen un daño social inmediato, daño que, lamentablemente, después cuesta mucho recuperar", dijo Bachelet.
"Por eso, éste es el momento de una respuesta contracíclica social global, en la cual el combate contra el hambre sea prioritario", agregó.
Pero no todo fue pesimismo en el discurso de la mandataria chilena, pues en él Bachelet reconoció los progresos en la lucha contra el hambre que se han hecho en los últimos años, como la expansión de los mecanismos innovadores de financiación para el desarrollo o la convocatoria de una cumbre mundial de la ONU para 2010 para impulsar los Objetivos del Milenio.
"A diferencia de las crisis anteriores, hoy existe conciencia de que la crisis no puede ser afrontada ajustando el cinturón a los más pobres y se han dado pasos para reformar la arquitectura financiera internacional", apuntó la presidenta de Chile.
"Será imposible resolver el problema del hambre si no ponemos, de una vez por todas, el problema de la desigualdad en el núcleo de nuestros intereses y en el centro del debate mundial", agregó.
Bachelet citó los casos de Chile, Argentina, Uruguay y Brasil como ejemplo de que el hambre no se origina en la falta de alimentos, sino en "la existencia de sociedades excluyentes".
En Chile, recordó su presidenta, se ha disminuido la pobreza del 38 al 13 por ciento, gracias a un sistema de protección social "que hoy protege a nuestra población de la cuna hasta la vejez".
Bachelet apostó además por avanzar hacia "paradigmas productivos más sostenibles", porque la demanda de recursos naturales y energía "han generado el proceso de cambio climático y calentamiento global, que se acelerará y agravará aún más en los próximos años".
La presidenta chilena valoró asimismo las ayudas a la pequeña agricultura a la que se han comprometido los países desarrollados, ya que el proteccionismo de los más ricos se expresa con "particular fuerza en los mercados agrícolas".
-EFE
"Así como el mundo fue capaz de gastar trillones de dólares para evitar el desplome económico, ahora es necesario un esfuerzo similar para evitar un desplome social", dijo Bachelet en la primera jornada del encuentro, que se celebra en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
"Y la dimensión más grave, importante y urgente de este desplome social es el hambre. Por primera vez en su historia, la humanidad tiene más de mil millones de personas en situación de hambre, 53 millones de ellos en América Latina", añadió.
Según Bachelet, esta situación podría empeorar si consideramos que, en los próximos 40 años, "la demanda de alimentos se duplicará por efecto combinado del aumento de la población, de los ingresos y de la urbanización".
En su discurso en el plenario de la cumbre, que inauguró el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, la presidenta chilena se refirió a la actual crisis económica, la más grave desde 1929, y propiciada, según ella, por la "codicia y la irresponsabilidad de unos pocos".
"Tenemos que actuar. Las crisis económicas producen un daño social inmediato, daño que, lamentablemente, después cuesta mucho recuperar", dijo Bachelet.
"Por eso, éste es el momento de una respuesta contracíclica social global, en la cual el combate contra el hambre sea prioritario", agregó.
Pero no todo fue pesimismo en el discurso de la mandataria chilena, pues en él Bachelet reconoció los progresos en la lucha contra el hambre que se han hecho en los últimos años, como la expansión de los mecanismos innovadores de financiación para el desarrollo o la convocatoria de una cumbre mundial de la ONU para 2010 para impulsar los Objetivos del Milenio.
"A diferencia de las crisis anteriores, hoy existe conciencia de que la crisis no puede ser afrontada ajustando el cinturón a los más pobres y se han dado pasos para reformar la arquitectura financiera internacional", apuntó la presidenta de Chile.
"Será imposible resolver el problema del hambre si no ponemos, de una vez por todas, el problema de la desigualdad en el núcleo de nuestros intereses y en el centro del debate mundial", agregó.
Bachelet citó los casos de Chile, Argentina, Uruguay y Brasil como ejemplo de que el hambre no se origina en la falta de alimentos, sino en "la existencia de sociedades excluyentes".
En Chile, recordó su presidenta, se ha disminuido la pobreza del 38 al 13 por ciento, gracias a un sistema de protección social "que hoy protege a nuestra población de la cuna hasta la vejez".
Bachelet apostó además por avanzar hacia "paradigmas productivos más sostenibles", porque la demanda de recursos naturales y energía "han generado el proceso de cambio climático y calentamiento global, que se acelerará y agravará aún más en los próximos años".
La presidenta chilena valoró asimismo las ayudas a la pequeña agricultura a la que se han comprometido los países desarrollados, ya que el proteccionismo de los más ricos se expresa con "particular fuerza en los mercados agrícolas".
-EFE
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