El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció el jueves que escogió al general David Zini como próximo jefe de la agencia de seguridad interior Shin Bet, desafiando la prohibición de la fiscal general del país.
En clara contradicción de intereses y en medio de una grave crisis jurídica, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu anunció la designación de un nuevo director general del Shin Bet, el servicio de seguridad interno israelí.
"El primer ministro Netanyahu anunció esta noche su decisión de nombrar al general de división David Zini próximo jefe del Shin Bet", indicó su oficina en un comunicado.
"El general Zini ocupó numerosos puestos operativos y de mando en las Fuerzas de Defensa de Israel", indicó la oficina del primer ministro, que menciona su pasado como combatiente en la unidad de élite Sayeret Matkal y como fundador de la brigada de comandos, una unidad independiente.
Contraparte
Netanyahu tomó la decisión horas después de que la Corte Suprema de Justicia determinara que el despido del anterior Director, Ronen Bar, había sido contrario a las reglamentaciones y le ordenó abstenerse de designar a su sucesor.
La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, reaccionó afirmando que "el proceso de nombramiento está viciado".
El líder de la oposición Yair Lapid pidió a Zini "que anuncie que no puede aceptar su nombramiento hasta que la Corte Suprema se pronuncie sobre el asunto", mientras que la ONG Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel dijo que presentará otra petición ante el tribunal.
El general retirado David Zini, sin experiencia en el ámbito de inteligencia, es allegado y recomendado por la esposa del primer ministro, Sara Netanyahu.
Otros generales retirados expresaron hoy a la prensa sus dudas respecto a la capacidad de Zini para desempeñarse en ese cargo y elevaron sospechas que no será justamente un guardián de la democracia, lo que es una de las funciones principales del Shin Bet.
Argumentos
Ya de entrada, Netanyahu anunció que Zini no se ocupará de las investigaciones llevadas a cabo en su despacho por la involucración de Catar, que pagó los salarios de por lo menos dos de sus asesores de prensa.
La destitución de Bar dividió a Israel, donde la oposición sostuvo que el jefe saliente del Shin Bet estaba en la mira del primer ministro por criticar al gobierno por el fallo de seguridad que permitió el ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023.
Con esta decisión, Netanyahu sigue poniendo a prueba a los frenos y controles de la tambaleante democracia israelí, al frente de una coalición de extrema derecha mesiánica, que aspira con imponer una autocracia religiosa en Israel.
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