Ministros sostuvieron intensa jornada de negociaciones que resultaron infructuosas para levantar resolución que suspendió a Cuba del Sistema Interamericano.
Los cancilleres del grupo de trabajo designado por
Los ministros se retiraron sobre las 23.00 horas local (05.00 GMT del miércoles) tras una intensa jornada de negociaciones infructuosas para lograr un texto de consenso que permita derogar la resolución que en 1962 suspendió a Cuba del Sistema Interamericano por sus vínculos con el bloque chino-soviético.
Pese a ello, las delegaciones continuarán negociando, aunque ya no a nivel de cancilleres.
El secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Latinoamérica, Thomas Shannon, señaló a los periodistas se había "logrado mucho" en las negociaciones durante la jornada y que los países estaban a punto de alcanzar un acuerdo.
"Desafortunadamente algunos de los países simplemente no querían aceptar algunos aspectos de la resolución acordada por la gran mayoría" de los Estados miembros de
El responsable del Departamento de Estado para Latinoamérica, recalcó que "Estados Unidos y muchos otros mostraron muy buena voluntad de seguir adelante" con el levantamiento de la suspensión, a la vez que rechazó que Washington quiera imponer condiciones a Cuba.
"Nosotros no imponemos nada, por el contrario, trabajamos con textos presentados por
El pesimismo que sentían los cancilleres tras retirarse de las negociaciones fue expresado por el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim, al señalar que "es necesario derogar la resolución, pero no hubo acuerdo sobre la modalidad de hacerlo ni en los términos que se deben utilizar".
Brasil considera que se debe revocar la resolución aprobada en 1962 en Punta del Este (Uruguay) por consenso y, pese a la falta de un acuerdo, Amorim indicó que "hay que respetar las posiciones" de los diferentes países.
A pesar de las divergencias políticas en torno a la forma y el fondo del levantamiento de la suspensión, los cancilleres consideran que han avanzado al menos en el aspecto de que es necesario derogar la resolución.
"Creo que hubo un avance porque por lo menos hay hoy una conciencia de que la resolución del 62 es un cadáver insepulto que tiene que ser enterrado. Me gustaría hacer un entierro democrático sin grandes pompas. Pero no ha sido posible", señaló Amorim.
EFE
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