El entierro fue breve y privado, y asistieron unas cinco personas, entre ellas su hija adoptiva Rebeca Schaefer.
El ex cabo nazi Paul Schaefer, quien falleció el sábado en el hospital penitenciario donde cumplía condena por abusos a menores y torturas, fue sepultado en Santiago en una ceremonia privada y con una lápida sin nombre, según reportó la prensa local.
Tras ser velado durante la mañana del domingo, un cortejo fúnebre integrado por la carroza -donde también viajaba Rebeca, la hija adoptiva de Schaefer- y un vehículo en el que iba el abogado de ambos, partió hacia el cementerio.
Un grupo de vecinos del velatorio lanzó tierra sobre la carroza a su salida. El entierro fue breve y privado, y asistieron unas cinco personas. Rebeca Schaefer permaneció por unos 30 minutos al pie de la tumba, contó un testigo a la AFP.
Según la prensa local, la lápida del ex nazi no lleva nombre y permanecerá así por un tiempo.
Junto con un grupo de colonos alemanes, Schaefer fundó en 1961 la Colonia Dignidad, una comunidad que se presentó como sociedad benefactora para niños desprotegidos que en verdad era un siniestro enclave donde el ex cabo nazi cometió atrocidades contra menores y colaboró con la dictadura militar.
Fue condenado a 23 de años de cárcel por torturas y abusos de menores, entre otras sentencias por homicidio calificado e infringir la Ley de Control de Armas.
Tras la detención de Schaefer, Colonia Dignidad cambió de nombre a Villa Baviera, que actualmente cuenta con unos 150 colonos y sus descendientes que iniciaron una nueva vida, desvinculándose del ex militar.
Los colonos se negaron a que el cuerpo fuera enterrado en el panteón de la comunidad. Schaefer falleció el sábado a los 88 años debido a una dolencia cardiaca, dejando varios procesos judiciales pendientes en su contra.
AFP
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