La delegación de Bolivia ratificó en una reunión bilateral que Chile tiene obligaciones por el uso en el pasado de las aguas del Silala, que deberían ser compensadas económicamente.
La delegación chilena encargada del diálogo con Bolivia sobre la controversia por el uso de las aguas del Silala se negó a firmar un acta que incluye el tema de su "deuda histórica" con el país andino por el consumo de ese recurso natural, informó una fuente oficial.
Esa posición fue asumida en una reunión del grupo bilateral encargado del asunto, que concluyó ayer en La Paz, según un comunicado de la Cancillería boliviana.
La delegación de Bolivia ratificó en el encuentro que Chile tiene "obligaciones" por el uso "en el pasado" de las aguas del Silala, situado en la región andina de Potosí (suroeste), que "deberían ser compensadas económicamente".
Bolivia planteó incluir en el preacuerdo alcanzado en 2009 entre ambos países para solucionar la controversia un apartado para "definir el monto y la forma de erogación por parte de la República de Chile respecto del uso pasado de las aguas del Silala".
La delegación chilena expresó su "disconformidad" con esta propuesta y "no se mostró dispuesta" a firmar el acta de la reunión, con el argumento de que "carece de la autorización por parte de sus autoridades superiores, respecto a los planteamientos bolivianos", agrega el comunicado.
El Silala es una región del suroeste de Bolivia, fronteriza con Chile, donde existen recursos hídricos que según el Gobierno de La Paz fluyen artificialmente al país vecino, en tanto que Santiago sostiene que se trata de un río de curso internacional.
En las negociaciones realizadas el año pasado, ambos gobiernos acordaron que las empresas de Chile paguen por el 50 por ciento del consumo de esas aguas, en tanto se aclare si son manantiales como sostiene Bolivia o un río como defienden las autoridades chilenas.
Sin embargo, los dirigentes de Potosí se han opuesto a la firma de un acuerdo en esos términos porque exigen que Chile reconozca que las aguas son exclusivamente bolivianas y las empresas de ese país paguen la "deuda histórica" acumulada desde 1908.
La negociación sobre el Silala es uno de los asuntos establecidos en la agenda de trece puntos fijada en 2006 por los gobiernos de Morales y de la entonces presidenta chilena Michelle Bachelet para mejorar las relaciones bilaterales.
EFE
Esa posición fue asumida en una reunión del grupo bilateral encargado del asunto, que concluyó ayer en La Paz, según un comunicado de la Cancillería boliviana.
La delegación de Bolivia ratificó en el encuentro que Chile tiene "obligaciones" por el uso "en el pasado" de las aguas del Silala, situado en la región andina de Potosí (suroeste), que "deberían ser compensadas económicamente".
Bolivia planteó incluir en el preacuerdo alcanzado en 2009 entre ambos países para solucionar la controversia un apartado para "definir el monto y la forma de erogación por parte de la República de Chile respecto del uso pasado de las aguas del Silala".
La delegación chilena expresó su "disconformidad" con esta propuesta y "no se mostró dispuesta" a firmar el acta de la reunión, con el argumento de que "carece de la autorización por parte de sus autoridades superiores, respecto a los planteamientos bolivianos", agrega el comunicado.
El Silala es una región del suroeste de Bolivia, fronteriza con Chile, donde existen recursos hídricos que según el Gobierno de La Paz fluyen artificialmente al país vecino, en tanto que Santiago sostiene que se trata de un río de curso internacional.
En las negociaciones realizadas el año pasado, ambos gobiernos acordaron que las empresas de Chile paguen por el 50 por ciento del consumo de esas aguas, en tanto se aclare si son manantiales como sostiene Bolivia o un río como defienden las autoridades chilenas.
Sin embargo, los dirigentes de Potosí se han opuesto a la firma de un acuerdo en esos términos porque exigen que Chile reconozca que las aguas son exclusivamente bolivianas y las empresas de ese país paguen la "deuda histórica" acumulada desde 1908.
La negociación sobre el Silala es uno de los asuntos establecidos en la agenda de trece puntos fijada en 2006 por los gobiernos de Morales y de la entonces presidenta chilena Michelle Bachelet para mejorar las relaciones bilaterales.
EFE
Comparte esta noticia