Brigadas de rescate, equipadas con ocho excavadoras y perros adiestrados, recuperaron los cadáveres, pero los detectores de vida no han localizado ni rastro de actividad entre el barro y las rocas.
Los equipos de rescate no hallaron hoy evidencia de vida de los diez obreros que permanecen atrapados en una avalancha de barro producida por las lluvias en el sur de China, por lo que el número total de muertos ascendió a 22, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Once cadáveres fueron recuperados en las últimas 24 horas de la masa de barro y escombros con una superficie similar a la de un campo de fútbol que ayer sepultó unos dormitorios improvisados para obreros en la región autónoma china de Guangxi Zhuang.
Una de estas víctimas, que había sido rescatada con vida, falleció en el hospital, según informó Tang Chaobin, un funcionario de la ciudad de Quanzhou, cercana a la zona del siniestro.
Las brigadas de rescate, equipadas con ocho excavadoras y perros adiestrados, consiguieron recuperar los cadáveres, pero los detectores de vida no han localizado ni rastro de actividad entre el barro y las rocas, explicó Tang.
No obstante, la excavación continuará hasta que los cadáveres sean recuperados de entre los escombros de los precarios dormitorios que cobijaban a estos obreros de una cantera en la localidad de Luojiang.
La avalancha de barro y rocas se produjo el lunes después de que las potentes lluvias anegaran ciudades enteras de Guangxi, región fronteriza con Vietnam.
La avalancha de Luojiang, con un volumen de hasta 300.000 metros cúbicos de barro y piedras y un grosor de hasta 5 metros, tuvo lugar en una localidad cercana a Guilin, una famosa ciudad turística del sur del país asiático.
Las lluvias monzónicas que afectan cada verano al sur y este de China matan a miles de personas, con más 4.000 muertos en 2010, según datos oficiales, la peor cifra en una década.
El Ministerio de Asuntos Civiles informó ayer que sólo en abril los desastres naturales dejaron 34 muertos y pérdidas de 786 millones de dólares, la mayoría de ellos debido a tormentas de granizo en la provincia sureña de Cantón (Guangdong), y el resto por inundaciones, avalanchas, sequías o seísmos. EFE
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