Representantes políticos y ciudadanos de todo el país se detuvieron hoy durante tres minutos, en memoria de las víctimas de la arrasada Zhouqu.
China guarda hoy luto oficial por las víctimas del alud de barro y piedras que hace una semana arrasó una localidad entera en la provincia noroccidental de Gansu, y donde el número de muertos asciende ya 1.248 y los desaparecidos a 496, según los últimos datos de la agencia oficial de noticias Xinhua.
A las 02.00 GMT, representantes políticos y ciudadanos de todo el país se detuvieron durante tres minutos, en memoria de las víctimas de la arrasada Zhouqu, donde un tercio de la población es tibetana.
El canal de televisión estatal retransmitió imágenes del presidente chino, Hu Jintao, junto a los miembros del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh), la cúpula del Partido-Estado, reunidos y guardando silencio por las víctimas.
En esos tres minutos la sociedad del gigante asiático paró su actividad y salió a las calles para guardar silencio mientras que las sirenas y las bocinas de los automóviles sonaban en señal de duelo.
En Pekín, miles de personas se reunieron en la Plaza Tiananmen donde la bandera nacional se izó para luego bajar a media asta, y de la misma forma lo hicieron las embajadas y consulados chinos en el extranjero.
También los periódicos quisieron recordar a su manera a las víctimas, y un poco antes de medianoche tiñeron sus páginas de blanco y negro.
Además, tanto los lugares como las actividades de ocio suspendieron sus servicios y la Exposición Universal de Shanghái también canceló sus programas de entretenimiento.
La primera vez que el país asiático celebró un luto oficial en memoria de ciudadanos comunes fue en 2008 tras el terremoto que golpeó la provincia de Sichuan, y que causó cerca de 90.000 muertos y desaparecidos.
Hasta entonces todos los que se habían llevado a cabo habían sido en memoria de líderes políticos, recordó la prensa.
El pasado mes de abril, el Gobierno decretó por segunda vez una jornada de luto por las víctimas del seísmo en la provincia de Qinghai y que terminó con la vida de 2.000 personas.
Según la tradición china, los funerales se suelen celebrar después de tres, cinco o siete días de la muerte de una persona.
En el distrito de Dongjie en Zhouqu, donde dos tercios de sus habitantes quedaron sepultados tras el alud y 368 de los 848 residentes murieron en el desastre, miles de personas pararon las labores de rescate para recordar a los fallecidos y desaparecidos.
Una semana después de la catástrofe, se trabaja sin descanso buscando cuerpos y desinfectando la zona.
La televisión muestra las imágenes de grupos de mujeres portando grandes cestas de mimbre con desechos en su interior y que depositan en lugares alejados con el objetivo de prevenir enfermedades.
A la catástrofe vivida en Gansu se une la producida en la vecina Sichuan donde en los últimos cuatro días las lluvias y aludes han dejado once muertos y decenas de desaparecidos.
La prensa informa hoy que se han encontrado con vida a diez personas cuyo paradero se desconocía, lo que aumenta las esperanzas entre los habitantes de esta zona de China que en 2008 sufrió un terremoto que causó 90.000 muertos y desaparecidos.
El Centro de Meteorología de China (NMC, sus siglas en inglés) anunció hoy fuerte lluvias en la zona durante los próximos días.
China vive su peor monzón desde hace doce años, con más de 3.400 muertos y desaparecidos desde que se inició la temporada en mayo, con daños comparables a los producidos por las crecidas del río Yangsé en 1998, que ocasionaron más de 4.000 muertos y 140 millones de desplazados.
-EFE
A las 02.00 GMT, representantes políticos y ciudadanos de todo el país se detuvieron durante tres minutos, en memoria de las víctimas de la arrasada Zhouqu, donde un tercio de la población es tibetana.
El canal de televisión estatal retransmitió imágenes del presidente chino, Hu Jintao, junto a los miembros del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh), la cúpula del Partido-Estado, reunidos y guardando silencio por las víctimas.
En esos tres minutos la sociedad del gigante asiático paró su actividad y salió a las calles para guardar silencio mientras que las sirenas y las bocinas de los automóviles sonaban en señal de duelo.
En Pekín, miles de personas se reunieron en la Plaza Tiananmen donde la bandera nacional se izó para luego bajar a media asta, y de la misma forma lo hicieron las embajadas y consulados chinos en el extranjero.
También los periódicos quisieron recordar a su manera a las víctimas, y un poco antes de medianoche tiñeron sus páginas de blanco y negro.
Además, tanto los lugares como las actividades de ocio suspendieron sus servicios y la Exposición Universal de Shanghái también canceló sus programas de entretenimiento.
La primera vez que el país asiático celebró un luto oficial en memoria de ciudadanos comunes fue en 2008 tras el terremoto que golpeó la provincia de Sichuan, y que causó cerca de 90.000 muertos y desaparecidos.
Hasta entonces todos los que se habían llevado a cabo habían sido en memoria de líderes políticos, recordó la prensa.
El pasado mes de abril, el Gobierno decretó por segunda vez una jornada de luto por las víctimas del seísmo en la provincia de Qinghai y que terminó con la vida de 2.000 personas.
Según la tradición china, los funerales se suelen celebrar después de tres, cinco o siete días de la muerte de una persona.
En el distrito de Dongjie en Zhouqu, donde dos tercios de sus habitantes quedaron sepultados tras el alud y 368 de los 848 residentes murieron en el desastre, miles de personas pararon las labores de rescate para recordar a los fallecidos y desaparecidos.
Una semana después de la catástrofe, se trabaja sin descanso buscando cuerpos y desinfectando la zona.
La televisión muestra las imágenes de grupos de mujeres portando grandes cestas de mimbre con desechos en su interior y que depositan en lugares alejados con el objetivo de prevenir enfermedades.
A la catástrofe vivida en Gansu se une la producida en la vecina Sichuan donde en los últimos cuatro días las lluvias y aludes han dejado once muertos y decenas de desaparecidos.
La prensa informa hoy que se han encontrado con vida a diez personas cuyo paradero se desconocía, lo que aumenta las esperanzas entre los habitantes de esta zona de China que en 2008 sufrió un terremoto que causó 90.000 muertos y desaparecidos.
El Centro de Meteorología de China (NMC, sus siglas en inglés) anunció hoy fuerte lluvias en la zona durante los próximos días.
China vive su peor monzón desde hace doce años, con más de 3.400 muertos y desaparecidos desde que se inició la temporada en mayo, con daños comparables a los producidos por las crecidas del río Yangsé en 1998, que ocasionaron más de 4.000 muertos y 140 millones de desplazados.
-EFE
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