China responsabiliza a "fuerzas externas" de alimentar las protestas en Hong Kong, una región semiautónoma cuyos ciudadanos gozan, en teoría hasta 2047, de libertades que no existen en el resto de China.
El presidente chino, Xi Jinping, advirtió a los partidarios del "separatismo" que serán "hechos pedazos", en un contexto de activismo a favor de la independencia del Tíbet y tras cuatro meses de protestas en Hong Kong.
El mandatario chino formuló esta alerta durante una visita realizada el fin de semana a Nepal, de acuerdo con un comunicado divulgado el domingo por el ministerio de Relaciones Exteriores.
"Quien se libre al separatismo en cualquier región de China (...) será reducido a polvo y hecho pedazos", declaró el mandatario, de acuerdo con la cancillería.
"Cualquier fuerza exterior que apoye la escisión de China (...) se hace ilusiones", agregó, en una reunión con el primer ministro nepalí, K.P. Sharma Oli.
El dirigente nepalí indicó a Xi que su país, fronterizo con Tíbet (suroeste de China), "no permitiría a ninguna fuerza utilizar el territorio nepalí para llevar a cabo actividades separatistas anti-chinas", según el texto del ministerio.
Unos 20.000 tibetanos viven en Nepal. Pero bajo la presión de Pekín, el actual gobierno comunista nepalí adopta una rígida posición contra sus actividades militantes en el país.
Apunta hacia Hong Kong y Taiwán
Aunque Xi no mencionó directamente ninguna región, estos comentarios tuvieron lugar después de nuevos choques en Hong Kong entre policías y manifestantes contrarios al gobierno de Pekín.
China responsabiliza a "fuerzas externas" de alimentar las protestas en Hong Kong, una región semiautónoma cuyos ciudadanos gozan, en teoría hasta 2047, de libertades que no existen en el resto de China.
Las protestas se iniciaron a raíz de un controvertido proyecto de ley que permitía la extradición a la China continental. El proyecto de ley ya fue abandonado pero las manifestaciones continúan.
En tanto, Pekín endureció sus posiciones con relación a Taiwán, desde que Tsai Ing-wen fue electa presidenta en 2016, ya que su gobierno se niega a reconocer que la isla es parte de "una China".
Taiwán ha sido una región autónoma desde 1949, pero China considera esa isla como parte inseparable de su territorio y está dispuesta a recuperarla. (AFP)
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