La directora del Fondo Monetario Internacional llega a la Cumbre APEC en Lima como una de las personas más poderosas e influyentes de la cita.
Una mujer camina rodeada por mucha gente. Intenta abordar el transporte que la llevara a su hotel. Desde lo alto del edificio de sesiones, un jefe de la policía ordena por radio que los periodistas y curiosos no se acerquen a ella. Viste de un traje negro impecable y mantiene la sonrisa. Ella es indiferente a la disputa de los periodistas que intentan arrancarle unas palabras. Se muestra serena, comprensible, como acostumbrada a enfrentar esas batallas de la prensa por obtener una declaración.
"¿Quién es ella?", preguntan los curiosos que, a pesar de las restricciones, se acercan al Centro de Convenciones de Lima, convertido en uno de los escenarios de la Cumbre de líderes de la APEC.
La dama ha logrado sortear el remolino de reporteros. Sus ojos celestes contrastan con el collar de perlas que adorna su cuello y el natural color rosa de su rostro. Sube a un remisse y se aleja del tumulto. Dos vehículos de la policía, siguen la ruta del sedán que lleva a esta mujer de cabello plateado.
El viaje dura minutos y delante se le aparece sobre la avenida Javier Prado el edifico del hotel donde está alojada. Su nombre sigue siendo un misterio para la mayoría de personas que la ven pasar. Presurosos descienden del patrullero los hombres de seguridad. Abren la puerta del automóvil. Ella baja y el gerente del hotel la saluda en francés; “Bonjour Madame Lagarde” (Buenas tardes señora Lagarde). ¿Pero quién es la señora Lagarde?
La francesa Christine Lagarde es la primera mujer que dirige el Fondo Monetario Internacional (FMI), el poderoso organismo mundial que reúne a 189 países, que fomenta la cooperación monetaria y la estabilidad cambiaria. Lagarde fue catalogada por la revista Forbes como la decimoséptima mujer más poderosa del mundo. Se adelantó a la historia enfrentando la corriente machista internacional, convirtiéndose en ministra de Estado de Francia en varias oportunidades.
El 12 de octubre de 2015, durante la sesión plenaria de la junta del FMI y el Banco Mundial, que se desarrolló en Lima, sorprendió gratamente a todos los peruanos al recordar un verso del poema de Cesar Vallejo: “Hay, hermanos, muchísimo que hacer”.
Lagarde es un personaje inspirador. En el año 2010, el documental Inside Job, inspirado en sus juicios sobre el desarrollo social y económico del mundo, ganó el premio Oscar.
En el 2011, un personaje inspirado en Christine Lagarde fue interpretado por la actriz Laila Robins en la película Too big to fail (Demasiado grande para fallar) de la cadena HBO. Fiel a su estilo y a su interés por los grandes personajes de la historia, Christine citó en uno de sus primeros discursos en Lima al investigador y naturalista Italiano, naturalizado peruano, Antonio Raimondi: "En el libro del destino del Perú, está escrito un porvenir grandioso".
El sol de un verano incipiente en la capital del Perú no alegra el ambiente y convierte en prometedora la cita de 21 de las economías más potentes del mundo. La reunión es un pretexto perfecto para hacer negocios importantes y el escenario neutral del encuentro cara a cara de los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama y de Rusia, Vladimir Putin. Corren las apuestas. ¿Qué dirá el uno del otro? Con toda seguridad, la jefa del FMI sabrá capear el temporal: una mujer que se codea y tutea con los líderes del mundo.
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