Tras una marcha en Quito en la que tomaron parte al menos 6.000 personas, delegados ingresaron a la Asamblea General para protestar contra polémico proyecto.
Al menos 6.000 indígenas ecuatorianos participaron hoy en una marcha de protesta contra un polémico proyecto de Ley de Recursos Hídricos o "Ley de Aguas" presentado por el Gobierno a la Asamblea Nacional legislativa.
Los indígenas, provenientes de varias provincias, se concentraron durante la mañana en dos parques de Quito para iniciar luego una marcha hasta la sede de la Asamblea Nacional.
El presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, del movimiento oficialista Alianza País, dispuso el ingreso de una parte de los indígenas a la zona delegada para el público en la Asamblea, en tanto que el resto permaneció en una plaza en las afueras de la institución.
En la plaza, los indígenas, en diferentes intervenciones, expusieron sus preocupaciones, básicamente las relacionadas con la posibilidad de que la llamada Ley de Aguas, propicie la privatización del líquido vital.
La manifestación ocurrió la víspera de que venza el plazo de la Comisión que lleva el tema para que presente el informe sobre la Ley de Aguas.
No obstante, Cordero dispuso que se postergue esa entrega, según dijo a Efe una fuente de la Asamblea, sin precisar una nueva fecha.
El pasado lunes, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Marlon Santi, indicó que la movilización, que comenzó en Riobamba, es el inicio de una serie de protestas de su colectivo, que se incrementarán de forma paulatina y gradual en todo el país.
Santi dijo que el próximo día 17 la Conaie, la mayor fuerza social de Ecuador, efectuará una nueva acción de protesta, que consistirá en colocar banderas del país en sus comunidades, con listones negros en señal de luto.
"El 17 vamos a embanderar las comunidades de las provincias y vamos a poner de luto la bandera nacional porque la patria no es de todos", indicó Santi en referencia a uno de los lemas oficialistas que anota que "la patria ya es de todos".
Además, la Conaie anunció que lleva a cabo conversaciones con la segunda fuerza indígena del país, la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), que fue aliada del Gobierno pero del que hoy está distanciada.
EFE
Los indígenas, provenientes de varias provincias, se concentraron durante la mañana en dos parques de Quito para iniciar luego una marcha hasta la sede de la Asamblea Nacional.
El presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, del movimiento oficialista Alianza País, dispuso el ingreso de una parte de los indígenas a la zona delegada para el público en la Asamblea, en tanto que el resto permaneció en una plaza en las afueras de la institución.
En la plaza, los indígenas, en diferentes intervenciones, expusieron sus preocupaciones, básicamente las relacionadas con la posibilidad de que la llamada Ley de Aguas, propicie la privatización del líquido vital.
La manifestación ocurrió la víspera de que venza el plazo de la Comisión que lleva el tema para que presente el informe sobre la Ley de Aguas.
No obstante, Cordero dispuso que se postergue esa entrega, según dijo a Efe una fuente de la Asamblea, sin precisar una nueva fecha.
El pasado lunes, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Marlon Santi, indicó que la movilización, que comenzó en Riobamba, es el inicio de una serie de protestas de su colectivo, que se incrementarán de forma paulatina y gradual en todo el país.
Santi dijo que el próximo día 17 la Conaie, la mayor fuerza social de Ecuador, efectuará una nueva acción de protesta, que consistirá en colocar banderas del país en sus comunidades, con listones negros en señal de luto.
"El 17 vamos a embanderar las comunidades de las provincias y vamos a poner de luto la bandera nacional porque la patria no es de todos", indicó Santi en referencia a uno de los lemas oficialistas que anota que "la patria ya es de todos".
Además, la Conaie anunció que lleva a cabo conversaciones con la segunda fuerza indígena del país, la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), que fue aliada del Gobierno pero del que hoy está distanciada.
EFE
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