Los últimos datos de la oficina de rescate apuntan que entre los fallecidos se encuentran 207 estudiantes. Sismo dejo, además, 12.135 heridos.
El terremoto que hace más de una semana azotó la provincia occidental de Qinghai dejó 2.187 muertos, 12.135 heridos, entre los que hay 1.434 en estado grave y 80 desaparecidos, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
El colapso de las escuelas fue la causa del 35 por ciento de las muertes de los estudiantes, explicó Cering Tai, subdirector de la oficina de educación de la provincia, quien añadió que el resto de los alumnos falleció a las afueras de los edificios educativos.
Además, el seísmo afectó a 63 colegios, de los cuales un 37 por ciento se destruyeron.
Cering aseguró que muchos de los edificios se resquebrajaron, pero no se derrumbaron, lo que permitió a muchos jóvenes desalojar los centros con seguridad.
Según el subdirector, desde el terremoto de mayo de 2008 en Sichuan, en el que murieron unas 90.000 personas, el gobierno destinó fondos para renovar los colegios de esta zona, que se encontraban en condiciones peligrosas.
El derrumbe de cientos de escuelas e instituciones en el seísmo de Sichuan abrió el debate sobre la pésima construcción de los centros educativos en China, ya que en algunas ciudades afectadas por aquel desastre fueron precisamente estos edificios los que sufrieron más daños y víctimas.
Inmediatamente después del terremoto de hace nueve días, la prensa recordó la polémica desatada en 2008.
Mientras, los supervivientes del seísmo de Qinghai soportan un frente de nieve y viento que obstaculiza las labores de rescate.
Decenas de miles de personas soportan temperaturas bajo cero en las tiendas de campaña que los cobijan desde que sus casas de adobe o madera se desplomaron.
Yushu, la zona devastada por el seísmo y situada a 4.000 metros sobre el nivel del mar, está poblada con un 90 por ciento de tibetanos, la mayoría pastores muy pobres que han perdido todo su ganado.
Los monjes tibetanos desempeñaron una labor fundamental durante estos días y desde el primer momento se juntaron a los equipos de rescate.
EFE
El colapso de las escuelas fue la causa del 35 por ciento de las muertes de los estudiantes, explicó Cering Tai, subdirector de la oficina de educación de la provincia, quien añadió que el resto de los alumnos falleció a las afueras de los edificios educativos.
Además, el seísmo afectó a 63 colegios, de los cuales un 37 por ciento se destruyeron.
Cering aseguró que muchos de los edificios se resquebrajaron, pero no se derrumbaron, lo que permitió a muchos jóvenes desalojar los centros con seguridad.
Según el subdirector, desde el terremoto de mayo de 2008 en Sichuan, en el que murieron unas 90.000 personas, el gobierno destinó fondos para renovar los colegios de esta zona, que se encontraban en condiciones peligrosas.
El derrumbe de cientos de escuelas e instituciones en el seísmo de Sichuan abrió el debate sobre la pésima construcción de los centros educativos en China, ya que en algunas ciudades afectadas por aquel desastre fueron precisamente estos edificios los que sufrieron más daños y víctimas.
Inmediatamente después del terremoto de hace nueve días, la prensa recordó la polémica desatada en 2008.
Mientras, los supervivientes del seísmo de Qinghai soportan un frente de nieve y viento que obstaculiza las labores de rescate.
Decenas de miles de personas soportan temperaturas bajo cero en las tiendas de campaña que los cobijan desde que sus casas de adobe o madera se desplomaron.
Yushu, la zona devastada por el seísmo y situada a 4.000 metros sobre el nivel del mar, está poblada con un 90 por ciento de tibetanos, la mayoría pastores muy pobres que han perdido todo su ganado.
Los monjes tibetanos desempeñaron una labor fundamental durante estos días y desde el primer momento se juntaron a los equipos de rescate.
EFE
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