A falta de consensos, los cancilleres solicitaron convocar una cumbre presidencial para que sean los mandatarios quienes analicen las diferentes posiciones presentadas en Quito.
La reunión del Consejo de Cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) concluyó esta noche sin acuerdos de solución a la crisis diplomática entre Venezuela y Colombia.
Además, los cancilleres, al constatar la falta de consensos, solicitaron a la presidencia temporal de la Unión, que ostenta Ecuador, que convoque a una cumbre presidencial, para que sean los mandatarios los que analicen las diferentes posiciones presentadas en la reunión de hoy en Quito.
Venezuela rompió sus relaciones diplomáticas con Colombia hace una semana, tras las denuncias presentadas por el Gobierno de Álvaro Uribe en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), en el sentido de que guerrilleros colombianos se refugian en territorio venezolano, extremo negado por el Ejecutivo de Miraflores.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, al resumir las discusiones producidas hoy, destacó la vocación pacifista de sus colegas y el ímpetu por encontrar salidas de solución a las divergencias entre los dos países vecinos.
Sin embargo, admitió que no se han producido decisiones de consenso que acerquen la posibilidad de una solución, en el marco comunitario.
"No vamos a tener un documento oficial firmado por cada uno de los cancilleres, porque todavía existen posiciones distintas" que no han permitido la elaboración de un documento final, señaló Patiño en una rueda de prensa en la Cancillería ecuatoriana, sede de la cita, donde apareció flanqueado por sus colegas de Venezuela y Colombia.
El jefe de la diplomacia ecuatoriana dijo que en la discusión quedó claro el compromiso por "evitar la presencia de grupos irregulares que afectan la armonía en la región, que desarrollan actividades fuera de la ley y que perturban la existencia de la paz en cada uno de nuestros países y de la región".
Además, hizo un llamado a la presidencia pro-témpore y a la Secretaría General de la Unasur para que "recojan los criterios, las propuestas, los planteamientos de los distintos países con relación a las propuestas para buscar la paz en la región".
Patiño reiteró que los cancilleres solicitan una cumbre de presidentes de la Unión para tratar este "problema no resuelto todavía" y que requiere de "un mayor nivel de definiciones y de acuerdos, al más alto nivel".
Por ello, insistió en la invitación a los jefes de Estado suramericanos para que se reúnan, "lo más pronto posible", y traten los temas ya discutidos por los cancilleres.
Reiteró que sus palabras "no comprometen" a ninguno de los cancilleres presentes en la reunión y sólo reflejan "ese deseo inmenso" por "encontrar la paz, la cordialidad entre nuestros países, entre nuestros Gobiernos y nuestros pueblos".
Patiño, asimismo, destacó la importancia de que los cancilleres de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Colombia, Jaime Bermúdez, se hayan sentado en la misma mesa a discutir iniciativas de solución, junto con sus colegas del subcontinente.
Tras concluir la reunión, que duró unas cuatro horas y media, el canciller colombiano habló con la prensa y reiteró que los enemigos de Colombia son dos: "el narcotráfico y el terrorismo".
"Con los pueblos hermanos, con los países vecinos, la mejor relación, pero para superar estas dificultades que está sufriendo Colombia se necesita combatir eso", la subversión y el narcotráfico, remarcó Bermúdez.
Reiteró la denuncia de que guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se refugian en territorio venezolano, a los que pidió que se desmovilicen.
En la reunión de hoy también participaron los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman; de Bolivia, David Choquehuanca; de Chile, Alfredo Moreno; de Perú, José Antonio García Belaúnde, y de Uruguay, Luis Almagro.
Asimismo, los vicecancilleres de Brasil, Antonio Patriota, y de Paraguay, Jorge Lara Castro, así como el embajador de Surinam en Brasilia, Mavis G. Demon-Belgraef, y el secretario de gestión pública de la Secretaría General de la Unasur, Juan Abal Medina.
EFE
Además, los cancilleres, al constatar la falta de consensos, solicitaron a la presidencia temporal de la Unión, que ostenta Ecuador, que convoque a una cumbre presidencial, para que sean los mandatarios los que analicen las diferentes posiciones presentadas en la reunión de hoy en Quito.
Venezuela rompió sus relaciones diplomáticas con Colombia hace una semana, tras las denuncias presentadas por el Gobierno de Álvaro Uribe en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), en el sentido de que guerrilleros colombianos se refugian en territorio venezolano, extremo negado por el Ejecutivo de Miraflores.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, al resumir las discusiones producidas hoy, destacó la vocación pacifista de sus colegas y el ímpetu por encontrar salidas de solución a las divergencias entre los dos países vecinos.
Sin embargo, admitió que no se han producido decisiones de consenso que acerquen la posibilidad de una solución, en el marco comunitario.
"No vamos a tener un documento oficial firmado por cada uno de los cancilleres, porque todavía existen posiciones distintas" que no han permitido la elaboración de un documento final, señaló Patiño en una rueda de prensa en la Cancillería ecuatoriana, sede de la cita, donde apareció flanqueado por sus colegas de Venezuela y Colombia.
El jefe de la diplomacia ecuatoriana dijo que en la discusión quedó claro el compromiso por "evitar la presencia de grupos irregulares que afectan la armonía en la región, que desarrollan actividades fuera de la ley y que perturban la existencia de la paz en cada uno de nuestros países y de la región".
Además, hizo un llamado a la presidencia pro-témpore y a la Secretaría General de la Unasur para que "recojan los criterios, las propuestas, los planteamientos de los distintos países con relación a las propuestas para buscar la paz en la región".
Patiño reiteró que los cancilleres solicitan una cumbre de presidentes de la Unión para tratar este "problema no resuelto todavía" y que requiere de "un mayor nivel de definiciones y de acuerdos, al más alto nivel".
Por ello, insistió en la invitación a los jefes de Estado suramericanos para que se reúnan, "lo más pronto posible", y traten los temas ya discutidos por los cancilleres.
Reiteró que sus palabras "no comprometen" a ninguno de los cancilleres presentes en la reunión y sólo reflejan "ese deseo inmenso" por "encontrar la paz, la cordialidad entre nuestros países, entre nuestros Gobiernos y nuestros pueblos".
Patiño, asimismo, destacó la importancia de que los cancilleres de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Colombia, Jaime Bermúdez, se hayan sentado en la misma mesa a discutir iniciativas de solución, junto con sus colegas del subcontinente.
Tras concluir la reunión, que duró unas cuatro horas y media, el canciller colombiano habló con la prensa y reiteró que los enemigos de Colombia son dos: "el narcotráfico y el terrorismo".
"Con los pueblos hermanos, con los países vecinos, la mejor relación, pero para superar estas dificultades que está sufriendo Colombia se necesita combatir eso", la subversión y el narcotráfico, remarcó Bermúdez.
Reiteró la denuncia de que guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se refugian en territorio venezolano, a los que pidió que se desmovilicen.
En la reunión de hoy también participaron los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman; de Bolivia, David Choquehuanca; de Chile, Alfredo Moreno; de Perú, José Antonio García Belaúnde, y de Uruguay, Luis Almagro.
Asimismo, los vicecancilleres de Brasil, Antonio Patriota, y de Paraguay, Jorge Lara Castro, así como el embajador de Surinam en Brasilia, Mavis G. Demon-Belgraef, y el secretario de gestión pública de la Secretaría General de la Unasur, Juan Abal Medina.
EFE
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