Según una investigación periodística, con un ejército de piratas informáticos, el régimen de Kim Jong-un ha robado millones de dólares.
Con un ejército de más de 6,000 hackers distribuidos por todo el mundo, Corea del Norte ha robado millones de dólares y atacado a empresas y administraciones públicas, según el diario The New York Times.
Según una investigación del medio norteamericano, el año pasado trataron de robar mil millones de dólares de la Reserva Federal de Nueva York. Únicamente se llevaron 81 millones por un error ortográfico que alertó a las autoridades durante el hackeo.
Poder cibernético. En mayo colapsaron cientos de miles de computadoras en numerosos países e incluso congelaron durante horas la red del Servicio Nacional de Salud británico a través del ciberataque WannaCry.
Con su programa de ciberataques, Pyongyang busca mostrar poderío más allá de la amenaza nuclear. Pero también es una fuente de financiación, poniendo a bancos como objetivo principal de sus incursiones cibernéticas ilegales.
Ataques "exitosos". El régimen de Kim Jong-un también ha penetrado, siempre siguiendo la versión del periódico, las cuentas de bancos en Filipinas, Bangladesh y Vietnam, e infectado los sistemas informáticos de bancos centrales como el de México, Venezuela o Brasil.
En mayo, el virus ransonware (cibersecuestro) WannaCry, creado por los hackers de Kim, afectó a 300 mil dispositivos, incluidos los de grandes empresas multinacionales, a los que pedía pagar 350 dólares si no querían ver su información comprometida.
Occidente alarmado. "Se podría argumentar que tienen uno de los ciberprogramas más exitosos del planeta, no porque sea técnicamente sofisticado, sino porque ha alcanzado todos sus objetivos a muy bajo costo", dijo Chris Inglis, exsubdirector de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Y al igual que los analistas occidentales, que alguna vez se burlaron del potencial del programa nuclear del Norte, los expertos rechazaron su ciberpotencial. "Debido a que son una mezcla de lo extraño y lo absurdo, lo medieval y lo altamente sofisticado, la gente no lo tomaba en serio. ¿Cómo puede un país tan aislado y atrasado tener esta capacidad? Bueno, ¿cómo puede un país tan atrasado y aislado tener esta capacidad nuclear?", se preguntó Robert Hannigan, exdirector de la Oficina de Comunicaciones Gubernamentales de Gran Bretaña.
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